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Repsol amplía el radio de muestreo en las parcelas contaminadas en Pago la BarcaLo tildan de «muestreo placebo». Y el objetivo no es otro que descartar que el gasóleo C, empleado principalmente como combustible para las calefacciones, no se haya incrustado en más parcelas de la urbanización de lujo de Pago la Barca en Boecillo tras la fuga ... en una tubería de la calle Poniente en 2019. Estos hechos los investiga la Fiscalía desde el inicio de este 2024 después de conocer una situación que podría ser constitutiva de un delito contra el medio ambiente.
Según incide el alcalde de Boecillo, Raúl Gómez, fue Repsol, a través de la empresa subcontratada (Ramboll), la que ha solicitado modificar el proyecto inicial de actuación para abarcar más terreno y descartar que el escape de combustible haya dañado más parcelas, así como a sus aguas subterráneas. De hecho, los operarios destinados en la zona ya trabajan en un radio de acción más amplio en el lado este del complejo residencial para «asegurar con certeza» la limpieza de la tierra y sus aguas.
Asimismo, el propio regidor destaca la «colaboración» de Repsol desde el «primer momento» y lamenta la tardanza generada en un mar burocrático, de casi cuatro años, para poder actuar en la zona afectada. «Es un proceso muy garantista con unos plazos determinados, así como para sus alegaciones. Desde el Ayuntamiento, en lo que a urbanismo se refiere, hemos intentado siempre dar celeridad al asunto dada su importancia. Los permisos medioambientales no correspondían a esta administración», ha recalcado Gómez un día después de conocerse la noticia.
Por su parte, el Seprona de la Guardia Civil continúa con la investigación del posible delito contra el medio ambiente. Un informe que tendrá que remitir a la Fiscalía a su conclusión para ver si el escape de gasóleo C constituye un ilícito penal.
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Del escape, por culpa de una raíz, según apunta Repsol, se tuvo conocimiento en 2019. A la par que se detectaba la rotura de la tubería, en una de las parcelas cercanas al punto dañado se pretendía levantar una vivienda unifamiliar. El inicio de la obra se paralizó de inmediato para empezar a trabajar en los terrenos. Según remarca Repsol, «este incidente se puso inmediatamente en conocimiento de la administración competente y, una vez obtenidos los permisos necesarios, se iniciaron los trabajos de caracterización ambiental para conocer el alcance y elaborar una propuesta de remediación del suelo, como indica la normativa».
La actividad en la zona afectada se intensificó en el verano pasado. Entró en acción la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para constatar meses después la «contaminación de las aguas subterráneas causada por la fuga producida en la instalación subterránea de gasóleo C». Un trabajo de análisis que se completó en dos meses y por los que el organismo de cuenca propuso la apertura de expediente sancionador contra Repsol por unos hechos que califica de «muy graves» y que podría oscilar en una multa de entre los 500.000 y el millón de euros. Asimismo, Repsol presentó las alegaciones a finales de marzo.
Actualmente, Ramboll intensifica las labores en la calle Poniente después de que recibiera los permisos a finales de febrero con maquinaria pesada, así como medios humanos. Entre todos los elementos destaca una perforadora de gran altura capaz de alcanzar los cuatro metros de profundidad, ubicada esta en la parcela donde se pretendía edificar un chalet.
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