Los carteles de las gasolineras lo han constatado durante las últimas semanas. Repostar es cada vez más caro en Valladolid. Las subidas han sido ligeras durante todo el mes de julio, pero repercuten en los bolsillos de la población. Desde la última semana del mes, ... y ya a las puertas de la segunda operación salida de agosto, el precio de la gasolina en la capital no ha hecho más que aumentar. Una referencia. Una estación de servicio de la Plaza Circular tiene ahora un precio de 1,719 euros por litro. Para comparar, el precio con fecha 28 de julio de 2023 en la misma estación era 1,689 euros.
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Las causas, los recortes de producción anunciados por la OPEP en abril y cifrados en un millón de barriles diarios menos. Entonces, los carburantes mantenían una bajada continuada en las gasolineras, al menos el gasóleo A. El diésel alcanzó entonces precios por debajo de los 1,5 euros el litro. La primera vez que lo hizo en 2023. El mínimo, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, se registró en el mes de mayo, cuando el precio se situó en 1,409 euros por litro. Desde entonces, ha crecido de manera constante e incluso ha vuelto a superar en España los 1,5 euros de precio de venta al público. Según los datos que refleja el portal del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el diésel en Valladolid tiene un precio actual de media de 1,49 euros el litro. Todo en función de la gasolinera en la que repostemos, ya que elegir una u otra supone una diferencia de hasta 0,324 euros.
En su caso particular, el presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio explica que los precios durante el año se resumen en un aumento del de la gasolina y un descenso en el diésel. En enero vendía el diésel a 1,729 euros el litro mientras, que ahora lo hace a 1,629. La gasolina, por su parte, tiene un precio superior. De 1,64 euros el litro a 1,73 en la actualidad. «Los recortes de producción se mantienen también durante septiembre. Es difícil concretar cuándo cambiará la situación, pero la previsión es que los precios se mantengan en estos niveles durante las próximas semanas. Quizá se ha llegado al pico de esta subida», explica.
La gasolina ha tenido una evolución más irregular a lo largo de 2023, con subidas y bajadas que han variado el precio a lo largo de las semanas. Tomando como referencia los informes del Boletín Petrolero de la UE, el precio mínimo de venta al público en España durante 2023 se marcó en 1,583. Fue durante la primera semana de enero. Desde entonces, se ha mantenido siempre por encima y durante la mayoría de las semanas en un precio superior a los 1,6 euros por litro. Ahora alcanza los 1,65 euros por litro, tanto a nivel nacional como en Valladolid. Es decir, repostar gasolina es más caro ahora que cuando finalizó la bonificación del Gobierno, al inicio de 2023.
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Si se toma como referencia un depósito de 55 litros, llenarlo con gasolina supera ahora los 90 euros. En enero, cuando finalizó la bonificación del Gobierno, repostar en Valladolid suponía un desembolso de 87,06 euros. El incremento del precio de venta al público contrasta durante los últimos días con el descenso en el precio del petróleo de Brent, que enlaza varias jornadasa la baja. A pesar de ello, esta caída no se notará en las gasolineras, al menos de manera inmediata. «Las subidas del precio son casi instantáneas, pero con las bajadas el cambio no se produce tan rápido», expone Herrero.
La subida del precio del combustible no ha repercutido por el momento en el consumo de los vallisoletanos. En primer lugar porque se ha producido durante el periodo vacacional, cuando es habitual que los precios del combustible aumenten. Además, los vehículos a motor, no solo turismos, también y cada vez más las caravanas, son los elegidos para realizar estos viajes. «La gente, a pesar de que pague más, tiene que repostar. Más en vacaciones. En nuestro caso, las ventas han sido mayores este julio que hace un año», concreta el presidente. Además, las salidas de productos petrolíferos desde las instalaciones de Exolum, que reparte a las gasolineras de Valladolid, aumentó en julio un 4,3% respecto al mismo mes de hace un año. En el caso de las gasolinas, suponen un 12,1% más que en 2022.
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Adrián García González
En 2023 también se ha regulado el precio de ambos combustibles, que de manera habitual siempre se han definido por ser la gasolina más cara que el diésel. Desde agosto de 2022 y hasta enero de 2023, la situación fue a la inversa. «La diferencia entre ambos combustibles ahora es de más de diez céntimos. Si se tiene en cuenta que a principio de año el diésel estaba ocho céntimos por encima, es una variación tremenda en unos meses», explica el presidente.
Tras el final de la bonificación general del Gobierno, con el descuento de 20 céntimos a toda la población, la medida se prorrogó para el sector del transporte profesional por carretera. Diez céntimos hasta el 30 de septiembre y cinco hasta el 31 de diciembre de 2023.
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Desde la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio comentan que la bonificación de 20 céntimos fue «un quebradero de cabeza». «Cuando comenzó la bonificación, en un primer momento fue muy complicado de sacar adelante. Las administraciones fueron rápidas, pero el descuento para las gasolineras fue muy difícil de contabilizar. Ahora, a la espera de que haya pactos para gobernar, lo que más nos mata es la incertidumbre. El foco, consideramos, tendría que ponerse en una reducción en los impuestos, que suponen más de la mitad del precio de repostar», expone su presidente.
Elegir una estación de servicio para repostar en Valladolid supone diferencias de más de diez euros. En el caso del diésel, la gasolinera más barata de la capital arroja un precio de 1,329 euros el litro, mientras que la más cara alcanza los 1,639. Es decir, una diferencia de más de 17 euros, tomando siempre como referencia un depósito de un turismo de 55 litros. En el caso de la gasolina, la diferencia es menor. El surtidor más barato de la ciudad son 1,519 euros el litro, mientras que el más caro es de 1,739. Llenar el depósito supone en este caso una diferencia de 12 euros en función de la estación.
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En una de las más baratas de la capital, ubicada en la calle Daniel del Olmo, Jorge Gatón reposta su furgoneta. «Cómo no voy a notar la subida», recalca junto al surtidor. «Reposto cada dos semanas, en el último mes calculo que 15 euros más sí he gastado», expone. Esta vez, el total han sido 83 euros para 66 litros. Con el depósito lleno -100 litros-, el precio habría sido de 134 euros. Junto a él, otro cliente recoge la manguera del surtidor para repostar su turismo. «Yo no noto tanta diferencia, apenas unos euros. No utilizo mucho el coche, lleno el depósito una vez al mes. En mi caso, de momento, la subida no me ha supuesto un gran problema», finaliza.
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