Valladolid

El rehabilitado Círculo Campestre tendrá nuevo gestor al apartar el Ayuntamiento a los scouts

El cambio de rumbo en la gestión del denominado 'Espacio Zona Joven El Pinar' ha desatado las críticas de Valladolid Toma la Palabra (VTLP), cuya portavoz, Rocío Anguita, califica de «inaceptable el desalojo de la Fundación Splora sin previo aviso y sin una justificación clara» y reclama que el proceso de adjudicación del espacio sea «abierto y transparente» después de mostrar su temor porque «acabe en manos de una empresa privada con fines lucrativos» pese a ser «un proyecto financiado con fondos europeos».

También el presidente de la Fundación Splora, Samuel Prieto, muestra su temor a una «futura gestión privada» y lamenta su salida, que considerada «injustificada». El próximo 31 de diciembre, cuando expira la cesión del espacio -el de la parcela que rodea al inmueble principal- que venían gestionando desde 2021 (con renovaciones bianuales). «La concejala -Carolina del Bosque- nos comunicó el día 15 que no iban a renovar la cesión y que debíamos abandonar la parcela después de cuatro años en los que hemos acogido a más de ochenta entidades y en los que han pasado 15.000 personas a realizar todo tipo de actividades», resume el representante del grupo scout antes de incidir en que ese mismo día (15 de octubre) «presentamos nuestras tasas de cumplimiento de los requerimientos del convenio y los habíamos cumplido con creces con nuestro proyecto 'Spacio 3.14'».

Sea como fuere, el Consistorio ha decidido finiquitar el convenio de gestión de esta parte del espacio Zona Joven El Pinar. «Quiero dejar claro que la futura gestión única va a ser la más adecuada al unirse el albergue y las instalaciones anexas y que su gestión no va a tener, desde luego, fines lucrativos», explica la edil de Juventud antes de ahondar en que si bien la Zona Joven El Pinar, que ocupa los terrenos completos del histórico Círculo Campestre, «no a va ser un espacio abierto como tal, sus dependencias sí van a estar a disposición del tercer sector para fomentar el voluntariado y actividades medioambientales destinadas a la juventud».

La decisión de poner fin al convenio con la Fundación Splora llega a menos de un mes vista de que concluyan las obras de rehabilitación del más que centenario edificio principal del Círculo Campestre (1907-2012), un inmueble que fue desvalijado desde que cerró en su uso definitivamente como piscinas municipales (2012 y 2015) y que tuvo que esperar otros cuatro para que reviviera parcialmente con la presentación de un proyecto, por parte precisamente del grupo scout, para su rehabilitación, que el Ayuntamiento visó y presupuestó definitivamente en 2021, cuando se cedió la parcela colindante del propio Círculo, donde se rehabilitaron la antigua casita del guarda y otros pequeños inmuebles y se verjó el perímetro, con cámaras de vigilancia, para frenar su deterioro. Aquella primera intervención supuso una inversión de 300.000 euros.

En aquel 2021 se firmó el actual convenio por el que se cedía dicho espacio anexo a la Fundación Splora en una suerte de convenio bianual dotado con un presupuesto de 15.000 euros cada año. El mismo que expirará el próximo 31 de diciembre. «Es una pena que tengamos de irnos cuando nosotros mismos presentamos aquella primera propuesta para recuperar este espacio, entonces decadente y abandonado, para la ciudad», insiste el presidente de Splora, quien afirma que el Ayuntamiento no les ofreció en su última reunión una alternativa firme para reubicar su proyecto 'Spacio 3.14' o «la posibilidad de poder seguir usando la parcela que ocupamos, algo que según hemos podido consultar a la Junta -por tratarse de un espacio forestal sí puede hacerse- y ceder la gestión de manera independiente del albergue». La fundación, añade su representante, «busca ahora otras alternativas para mantener nuestro proyecto en marcha sea en la capital o en el alfoz».

La concejala de Juventud, por su parte, asegura que «la gestión del espacio debe ser unitaria al unificarse en una misma parcela el albergue y las otras instalaciones -cuenta con la citada casita del guardia, pequeñas edificaciones y pistas deportivas-» y aclara que «a la Fundación Scola les hemos ofrecido buscar un nuevo espacio para mantener su proyecto 'Spacio 3.14' y, desde luego, los 15.000 euros anuales que recibían para él mismo están presupuestado para 2025 y se mantendrán»..

El caso es que, entre tanto, y mientras los scouts preparan ya la mudanza, los obreros están rematando la rehabilitación del edificio noble del Círculo Campestre y la adecuación del patio que lo rodea, donde se ha eliminado la antigua piscina, con vistas a entregar las obras a mediados de noviembre. «Estamos pendientes de la recepción de las obras y entonces se cerrará definitivamente y se comunicará cómo será su gestión, en cualquier caso, por parte de una sola entidad que gestione el albergue y el resto del espacio de forma conjunta manteniendo un uso dinamizador y destinado a actividades para la juventud y el fomento del medio ambiente», reitera la concejala Carolina del Bosque.

Las obras en sí del albergue, ejecutadas con un presupuesto de más de 1,5 millones de euros, financiados con fondos europeos, comenzaron hace un año para finiquitar el proyecto original de recuperación de este amplio espacio municipal enclavado en el Pinar, con acceso por la carretera de las Arcas Reales, justo antes de llegar al barrio, que nació hace cinco años y que va cristalizar definitivamente a partir de enero de 2025 con la puesta en marcha, con un único -aún desconocido- gestor de la Zona Joven El Pinar.

En cuanto al nuevo albergue, que complementará al existente en el Callejón de la Alcoholera, el edificio principal cuenta con tres plantas -sótano, planta de calle y una altura- y 1.290 metros cuadrados de superifice útil. La planta principal contará con un amplio salón acristalado, cocina, aseos, almacén, recepción y un porche. Arriba estarán los dormitorios, aseos y vestuarios y debajo, en el sótano, se instalarán la caldera, contadores... La rehabilitación ha supuesto una inversión de 1.576.630 euros.

El camino para recuperar este espacio municipal con 117 largos años de historia, al margen de polémicas sobre la gestión, ha sido largo y farragoso. El Círculo Campestre nació en un lejano 9 de junio de 1907 como espacio de recreo para las «clases populares» y estuvo en uso como tal hasta su cierre en 2012. El propio Ayuntamiento lo reabrió en los tres años siguientes como piscinas municipales. Y en 2015 se clausuró definitivamente debido a su mal estado. Después fue saqueado y destrozado hasta su cierre perimetral en 2019 y su puesta parcial en uso a cargo del movimiento scout desde 2021. El año que viene volverá a la vida en su totalidad.