Valladolid

«Las redes sociales te permiten crear una realidad alternativa»

Los datos, cada vez más alarmantes, han motivado que el gobierno ponga en marcha un anteproyecto de ley para proteger a los menores en los entornos digitales. El texto prevé, entre otras medidas, la realización de test en las consultas pediátricas que permitan detectar hábitos del uso de las pantallas que indiquen un riesgo de adición.

Estos cuestionarios son precisamente el primer paso al que tienen que hacer frente los adolescentes que acuden a terapia a la Fundación Aldaba en Valladolid, donde desarrollan desde hace unos tres años el proyecto 'Gaming'. Se trata de un «programa de prevención» para menores de entre 12 y 18 años «que presentan una relación con las pantallas que puede ser disfuncional». Así lo explica Jorge Martínez, psicólogo de la fundación y técnico de prevención de adiciones.

«Nos encontramos que hay gente que a lo mejor empieza a utilizar el móvil más de la cuenta, hasta el punto de que no se relaciona físicamente con otras personas», explica Martínez, que apunta a la introversión como uno de los factores de riesgo y a su vez un indicador de que el uso del móvil está resultando nocivo. Otro aspecto a tener en cuenta es un bajo rendimiento académico: «Si un adolescente dedica seis horas a diario al móvil probablemente no tiene mucho tiempo para estudiar. El tiempo no es tanto el problema, sino lo que tú dejas de hacer por estar utilizando las pantallas». Las situaciones conflictivas con los padres también son comunes y una señal de alerta para buscar ponerle freno al 'smartphone'. «Pueden encararse con los padres cuando se les exige una retirada».

La horquilla de edades de los jóvenes que suelen acudir al programa 'Gaming' de la Fundación Aldaba se sitúa «entre los 12 y los 18 años». «La puerta de entrada es variada», señala Jorge, que explica que pueden acudir derivados de los CEAS, los servicios de orientación de los institutos o por las propias familias. Tras dos o tres entrevistas en las que se lleva a cabo una primera toma de contacto con el joven y su entorno familiar, el siguiente paso es la aplicación de diferentes test para determinar el riesgo de sufrir una adición a las redes sociales, el paso siguiente a un uso abusivo y en el que se puede llegar a experimentar síndrome de abstinencia.

«Son una serie de preguntas claves que arrojan un índice de riesgo y que son bastante fiables. Si acabas explorando lo que hay detrás de estas preguntas sueles encontrar situaciones que pueden ser problemáticas», explica el técnico de la Fundación Aldaba, que celebra que el texto que trabaja el Gobierno incluya estos cuestionarios en las consultas de pediatría: «No quiere decir que vaya a haber más casos, pero vamos a darnos cuenta que hay más gente a quien también le está pasando y quizás ahora mismo está oculto».

La terapia consiste en «reducir factores de riesgo», como la introversión social, que hace que muchos adolescentes tengan «conductas que les meten de su domicilio y de las redes sociales». Otro aspecto a tratar en las sesiones es la gestión emocional de los adolescentes y la relación con el entorno familiar: «No es lo mismo una comunicación que plantea unos límites de una manera respetuoso para todo el mundo, que una familia que tiene una manera de comunicarse más autoritaria e impositiva»

Desde la fundación apuntan a que desde que comenzara el proyecto 'Gaming' hace tres años, el número de jóvenes que acuden a tratarse se ha incrementado, gracias a que existe una mayor concienciación sobre la problemática. «Esto es lo mismo que las campañas contra el cáncer, en el momento en que tú empiezas a sensibilizar a la gente y pasa ciertos test de cribado, nos damos cuenta de que existe ese problema. No podemos decir que ha aumentado, sino que cada vez hay más familias que están llegando a este servicio».