Una mujer observa el escaparate de una tienda de la calle Regalado. Henar Sastre

Los rebrotes echan a perder agosto para el comercio de Valladolid, que sufre «un frenazo en seco»

Las asociaciones esperan un durísimo comienzo de 2021, cuando termine la obligación de mantener la actividad en las empresas que han recibido ayudas

J. A. Pardal

Valladolid

Lunes, 31 de agosto 2020, 07:59

En los primeros días de agosto sitúa el sector del comercio de Valladolid el final de sus buenos datos de ventas después de la mejora de las cifras que se empezó a vislumbrar con la desescalada y especialmente desde que decayó el estado de alarma.

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La recuperación casi total de la actividad coincidía con la inauguración de las rebajas, lo que aceleró las ventas, pero la llegada de los rebrotes (el 2 de agosto se confinó a Íscar y Pedrajas) convirtió la primera mitad de la temporada de estío en poco más que un sueño, ya que el último mes el sector ha sufrido «un frenazo en seco», como reconoce el presidente de Fecosva Jesús Herreras.

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«Tras el confinamiento las perspectivas eran muy bajas, pero la temporada empezó a funcionar muy bien; cuando los datos de incidencia del coronavirus han empezado a subir ha habido una paralización casi total de las ventas», asegura mientras se retrotrae a la información facilitada ya hace unos días por las asociaciones de comercio, que estima que en la campaña de verano los establecimientos han vendido un 50% respecto a años anteriores. Según los datos que maneja, el regreso de los eventos como bodas o comuniones ha tirado del carro en las últimas semanas y ha hecho que la gente «consuma un poco». A su juicio, está claro que el «miedo» que infunde en la población el repunte de las cifras de coronavirus redunda directamente en las compras, por lo que considera que «solo con que los contagios dejasen de crecer exponencialmente y se estabilizaran, la situación mejoraría porque todos estamos deseando que haya buenas noticias y agarrarnos a ellas; hablar de confinamiento con lo que hemos sufrido asusta mucho».

El 99% de los bonos de 10 euros ya han sido utilizados

La respuesta de los ciudadanos a la campaña 'Valladolid Comercio Próximo' está siendo «muy satisfactoria», como asegura la concejala Charo Chavez. A falta de que en la primera semana de septiembre se activen los últimos 5.000 bonos de 10 euros para gastar en los 500 establecimientos que se han unido a la iniciativa, el pasado viernes los 17.667 usuarios del programa habían utilizado ya 24.776 de los 25.000 vales puestos a su disposición.

La causa de las malas cifras está clara también para Alejandro García Pellitero, presidente de Avadeco. Considera que la diferencia entre finales de junio y julio respecto a agosto es «muy grande». «Sabemos que el segundo mes de rebajas es más flojo, baja la actividad, las vacaciones en FASA se notan mucho, la gente se desplaza a sus segundas residencias… Pero este año ha sido especialmente malo», redunda.

Pese a que el sector del comercio está siendo de los que más ha sufrido la pandemia, sus efectos sobre la viabilidad de las empresas no han aflorado aún gracias a las ayudas del Gobierno a los ERTE y, a partir de la semana que viene, al plan 'Reactiva' del Ayuntamiento de Valladolid. En ambos casos, los receptores de las ayudas se comprometen a mantener el empleo y la actividad durante los seis meses siguientes a recibir la aportación lo que, según García Pellitero, permitirá alargar la vida de muchos negocios y a corto plazo solo cerrarán los que deban hacerlo «por fuerza mayor». «El medio año desde que se cobraron las ayudas por los ERTE se cumplirá en diciembre, justo antes de la campaña de Navidad y las rebajas de enero; eso permitirá a muchos seguir. El plan del Ayuntamiento alargará un poco esta situación, pero en los primeros meses de 2021 se verá la realidad de cómo afecta la covid a las empresas pequeñas de comercio. Vamos a ver cuántas pueden realmente mantener su actividad».

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Y es que, pese a los esfuerzos de las administraciones, lo cierto es que muchas pymes van a cerrar el año con «pocos ingresos» después de que perdieran casi por completo los meses de marzo, abril y mayo. «Es cuando se vende con los márgenes comerciales que te permiten destinar dinero a los gastos derivados del negocio; después las ventas fueron similares a otros años, pero ya en época de rebajas, lo que reduce esos márgenes», valora. «A finales de año va a haber muchas pérdidas y mayor endeudamiento, sobre todo en aquellos que tuvieron que pedir créditos ICO durante el confinamiento», prevé.

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