Rebelión en el PP de Valladolid por el intento de designar candidato a un independiente

De este modo, la opción Garicano se ha desinflado cuando hace apenas dos días, según fuentes del partido, parecía más cercana que ninguna otra. Incluso se aventuraba que podría cerrarse y presentarse antes del fin de semana para llegar a Madrid, a la Junta Directiva Nacional del lunes, con los deberes hechos.

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Antonio G. Encinas

El sentir de algunos militantes veteranos consultados por El Norte es que designar a un independiente en Valladolid transmite una imagen «de fragilidad» del partido que es hegemónico en la provincia, donde rige la Diputación Provincial desde hace décadas. Es la formación que más candidaturas presenta en Castilla y León, donde no resulta fácil cumplimentar las listas a 2.248 municipios cuando muchos de ellos, además, tienen una población envejecida y muy pocos habitantes. El 26 de mayo de 2019 fue el único partido que llevó listas en todas las localidades. El PSOE, segundo, rebasó las 2.100.

Las cuatro familias en que se ha disgregado el PP en la provincia han complicado muchísimo el proceso para designar un candidato. Desechado el grupo municipal actual con la salida de Pilar del Olmo y José Antonio de Santiago-Juárez, reducida la opción de los casadistas (Mercedes Cantalapiedra y Eduardo Carazo, principalmente, que son los que más han sonado), solo queda buscar un candidato que complazca a los de Jesús Julio Carnero, hombre fuerte en Valladolid desde la Junta, y a Conrado Íscar, presidente provincial del PP. Y eso tampoco resulta sencillo. En las últimas semanas se han puesto sobre la mesa varios nombres de empresarios que no han cuajado. Javier Garicano tenía opciones reales. La respuesta de la base y de muchos pesos pesados parece haberlo desbancado, lo que sitúa de nuevo a Ignacio Tremiño como primera opción.

Tremiño se empadronó recientemente en Valladolid después de muchos años de carrera política en Madrid. Incluso hay quien apunta que ya ha deslizado en su entorno profesional, la Dirección de Atención a la Discapacidad de la Comunidad de Madrid, que está listo para venir a Valladolid a encabezar la lista al Ayuntamiento.

En el año 2015, Javier León de la Riva compareció en las elecciones municipales con una amenaza de inhabilitación sobre su cabeza. Ganó, pero no por lo suficiente. El PSOE, con un mal resultado, apenas 8 concejales, logró sumar con los 3 de Valladolid Toma la Palabra y los 3 de Sí se Puede. Al salir León de la Riva, en la bancada del Salón de Plenos quedó como cabeza visible, portavoz y presidente del grupo municipal, José Antonio Martínez Bermejo, que era el número 11 de la lista. No hubo reacción en ese mandato, hasta el punto de que la designación de la candidata para 2019, Pilar del Olmo, llegó muy tarde, a menos de seis meses de las urnas. Le acompañó una pléyade de ex de la Junta: José Antonio De Santiago-Juárez, María de Diego, Marta López, Irene Núñez. El resultado fue un batacazo importante: 9 ediles de 27.

En el actual mandato, con Conrado Íscar como presidente provincial en sustitución de Jesús Julio Carnero, tampoco se ha acometido una renovación que se antojaba necesaria. La conexión con el grupo municipal ha sido compleja, por momentos enfrentada con la dirección provincial, y las elecciones autonómicas y el relevo de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo acabaron por derribar todos los plazos.