Un rayo destroza la cruz de la capilla de las Esclavas en Valladolid

Los hechos ocurrieron pasadas las dos de la tarde, durante una fuerte tormenta con aparato eléctrico caída sobre la ciudad. El estruendo del impacto sobresaltó a los viandantes y residentes del entorno, muchos de los cuales inmortalizaron la escena con sus teléfonos móviles.

Los cascotes caídos sobre el espacio peatonal no causaron daños personales, dado que a esa hora no había viandantes en la zona. La intervención de los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios concluyó pasadas las tres y media de la tarde. Fuentes de los Bomberos explicaron que los restos de piedra de gran tamaño alcanzaron también las cubiertas de los edificios aledaños, aunque no causaron daños graves que comprometieran la seguridad de estos inmuebles.

Algunas tejas resultaron dañadas y serán las comunidades de propietarios de estos edificios las que tendrán que encargar la revisión de las cubiertas a alguna empresa especializada, aunque, en principio, no se aprecian destrozos de calado. La cruz que corona el templo saltó por los aires tras el impacto del rayo y ahora tendrá que ser repuesta, algo de lo que se tiene que encargar la propiedad del inmueble, que sigue en manos de la orden religiosa. Los efectivos balizaron algunas zonas del entorno como medida de precaución, aunque tanto el frontón del templo como las cubiertas afectadas fueron saneadas durante la intervención, que se prolongó durante más de hora y media.

El jefe del Servicio de Extinción, Javier Reinoso, se mostró soprendido por la violencia de la descarga. «Influye mucho la conductividad del aire; en este caso, el rayo ha elegido el camino más fácil para llegar a la tierra; suelen caer en elementos puntiagudos y esta vez ha sido la cruz de la Iglesia de las Esclavas», explicó. Reinoso aseguró que, en un principio, los propios bomberos pensaban que había caído junto al parque de Las Eras, ya que provocó, durante unos momentos, la caída de los sistemas informáticos y teléfonicos de las instalaciones del cuerpo municipal.

Técnicos de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid acudieron al templo para evaluar los daños. Con la excepción de la cruz exterior, no detectaron ninguna afección en el patrimonio interior de la capilla ni en las instalaciones eléctricas de la misma, que seguían funcionando con total normalidad, según confirmaron fuentes de la institución, que subrayaron que el suceso no afectará a los actos programados para mañana con motivo de la festividad de San Pedro Regalado.

La iglesia lleva cerrada desde hace dos años. Fue en agosto de 2021 cuando las nueve religiosas dejaron el espacio. La empresa que gestiona la residencia universitaria colindante alquiló la zona de alojamiento, pero no el templo, que en su momento fue sede de la Adoración Perpetua hasta que se trasladó al Monasterio de la Inmaculada Concepción, situado en la esquina de la calles Concepción y San Ignacio, cerca de la plaza de San Miguel.