«Ha sido milagroso porque suele haber niños jugando en la plaza»

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Sucesos

Un rayo destroza la cruz de la capilla de las Esclavas en Valladolid

Diego G. Chaparro/ J. A.

«He visto la luz del relámpago, he oído el estruendo y de repente han comenzado a caer muchos cascotes; soy una persona bastante tranquila, lo primero que he hecho es avisar a la residencia para que habilitaran la entrada trasera, que da a un jardín, para evitar utilizar la principal ante posibles riesgos para las estudiantes», explica. La violenta descarga se oyó en todo el casco histórico. En varios metros a la redonda, los que estaban en sus casas o disfrutaban del vermú en un viernes previo al festivo de San Pedro Regalado se estremecieron con lo que muchos interpretaron como una explosión.

En el caso de este inmueble universitario, que aloja a 80 alumnas de diferentes titulaciones, no se produjeron daños considerables, con la excepción del cuadro eléctrico de la cocina de las instalaciones, que se quemó «Todo se ha quedado en un susto», se felicitaba María Gil. «Todo el mundo está bien, en la residencia ha saltado la luz y han comenzado a sonar las alarmas, pero nada más;hemos tenido la suerte de que en ese momento no entraba ni salía nadie de ella», apuntaba la responsable.

La orden religiosa de las Esclavas abrió, el 25 de abril de 1897, el colegio, inaugurado el 1 de octubre de ese año, con el nombre de la fundadora de la orden: Rafaela María. En el curso 1998-99, Gestión de Centros Ecamsol asumió la titularidad del centro. A esta labor educativa se sumaron durante los 124 años en Valladolid, otras presencias, con una «casa de ejercicios espirituales, escuela de magisterio, residencia universitaria y su colaboración con Red Íncola». Más tarde, la residencia estrenó dirección y pasó llamarse Universitas Valladolid.

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