Secciones
Servicios
Destacamos
En el Carracillo segoviano opera la cooperativa Viveros Campiñas, una de las que mayor mano de obra requiere para desarrollar sus dos áreas de negocio: procesado y envasado de frutas y hortalizas (zanahorias, puerros, frutos rojos, fresas, arándanos y frambuesas) y vivero de planta ... de fresa.
El auge del vivero se ha desarrollado casi en paralelo al de la zona de Huelva donde recalan los plantones de fresa y frambuesa. Allí, una vez crecidos, los frutos se distribuyen por Europa a más de 300 millones de consumidores. «Aquí tenemos las condiciones de clima, agua y suelo para que se desarrolle la planta», explica Gustavo Herranz, presidente de la sociedad. cuya plantilla oscila entre las 80 y las 800 personas en función de las campañas. La mayoría de la fuerza laboral es foránea, principalmente de Rumanía, aunque en los inicios no fue así. «La gente de la que nos nutríamos era española, de los pueblos de la zona, y aunque emigraban a la ciudad volvían para hacer la temporada. Con los años, las empresas hemos crecido, las campañas se han alargado y las amas de casa que le dedicaban un tiempo se jubilaron sin que hubiera renovación, y los que se han quedado en el pueblo tienen otro tipo de trabajo, mucha gente no quiere trabajar en el campo. Eso, unido al éxodo a la ciudad, hizo que hubiera cada vez menos gente y más demanda en las empresas. Así empezaron a llegar trabajadores de otros países».
Noticia Relacionada
Al Mercadona de Cuéllar llegaban antes de la pandemia autobuses fletados por la cooperativa con cientos de trabajadores dispuestos a hacer la compra semanal. Ahora se organizan turnos en coordinación con los supermercados de la zona para impedir aglomeraciones. Es una más de las medidas en las que ha invertido la empresa para evitar contagios de la covid, una enfermedad, dice Herranz, «que nada tiene que ver con inmigrantes ni temporeros, lo que ocurre es que la gente tiene miedo».
La firma proporciona alojamiento a los recolectores en fincas propias y en casas de los pueblos cercanos. «Españoles y extranjeros tienen en la empresa las mismas condiciones; la inmigración ha permitido dar vida al medio rural, donde para muchos españoles no es atractivo vivir. Si queremos vida en el mundo rural –concluye– hay que crear empresas y cuidarlas».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.