Puente, sobre el soterramiento: «No vamos a engañar a nadie; es la solución ideal, pero no va a ser posible»

Los tres partidos de la oposición han reprochado al socialista y a su socio de gobierno, Toma la Palabra, la «falta de voluntad» para renegociar con el Gobierno y la Junta el convenio de 2017 e iniciar los estudios para resucitar la sutura urbana, un plan que cumple en este 2022 veinte años desde su firma.

Con las gradas del salón repletas de público, unos a favor del soterramiento y otros defendiendo la postura del ejecutivo local, las formaciones han reiterado sus argumentos después de la intevención de los representes de las asociaciones de vecinos de Pajarillos, Pilarica y Federación Conde Ansúrez, así como del presidente de la Plataforma. Todos ellos han coincido en destacar que el plan de túneles y pasarelas en marcha no es la solución, porque perpetúa los «espacios del miedo» y matiene una división de la ciudad, que deja «marginados» a los cerca de 80.000 ciudadanos que viven en los barrios del este, un aislamiento que les afecta en todos los órdenes: sociales, económicos y de movilidad, según criticaron.

Además, los estudios y obras con esta solución de enterramiento de las vías que se están ejecutando en otras 31 ciudades del país son la base para preguntarse por qué en Valladolid no se aplica cuando la ciudad lleva dos décadas esperando su costura con un gran túnel para el tren. «León construía Puentes y Puente está construyendo leoneras», le ha espetado la presidenta de los vecinos de Pilarica, Pino Lozano, quien ha acusado a ambos partidos de izquierda de intentar «acallar las voces de los que les colocaron» al frente de la Alcaldía.

«Van a dejar una ciudad sumida en el siglo XIX, no queremos ser el patito feo, sino el cisne», abundaba Luis Miguel Trapote, de la Conde Ansúrez, quien ha lamentado que no se haya convocado una consulta popular sobre la operación más importante para la capital como se comprometió en su momento la coalición.

La presidenta del PP en el Consistorio, Pilar del Olmo, le ha ofrecido a Puente un gran pacto de ciudad para reimpulsar el soterramiento, al tiempo que le ha acusado de aportar «mentiras y falsedades» para justificar su defunción. De nuevo, los fondos europeos y las réplicas que este proyecto está teniendo en otros municipios con menor población han sido razones que ha esgrimido en su intervención. «Rectificar es de sabios», decía Del Olmo para exigir al primer edil un viraje en su postura. La edil ha restado importancia a los números -costes- de lo que supondría recuperar la operación, algo que ha llamado la atención de Saravia por lo que supone de «falta de rigor».

Vox, que desde su entrada en el Ayuntamiento ha abanderado la defensa del soterramiento, apuntaba que Valladolid no lo ejecuta «porque Puente y Saravia no quieren». García Bartolomé, edil de los Abascal en el salón de plenos, ha vuelto a poner el ejemplo de Murcia, donde por 192 millones de euros se han escondido cinco kilómetros de vías con una estación subterránea. Para Bartolomé hay dinero, porque de los «646 millones» del valor de suelo se puede pagar la deuda de 400 y habría un superávit.

Ciudadanos, por su parte, apuesta por retomar el plan con una obra por fases en 2,7 kilómetros entre Arco de Ladrillo y la calle Andrómeda, en el barrio de Los Santos Pilarica.

Los dos grupos del equipo de gobierno mantienen su posición. Manuel Saravia, de Toma la Palabra, reconocía que «entiende» a los vecinos después de tantos años de ilusiones, pero ha insistido en que la situación económica con la que se encontraron al acceder al poder les ataba las manos. «Hicimos todo lo posible, pero tuvimos que poner las cartas bocarriba, si Alta Velocidad hubiera entrado en concurso de acreedores hubiera sido catastrófico», apuntó. Ha negado que estar a un lado o al otro de las vías conlleve diferencias en las rentas y ha esgrimido, algo que hace habitualmente, que «en otras ciudades de Europa con más recursos económicos no se soterra». «Lo fácil hubiera sido alargar la situació», dijo.

Pedro Herrero, del PSOE, ha aprovechado su turno para acusar al PP de ser el autor de una «gran estafa». Ha relatado los momentos en que los bancos presionaban para recuperar lo prestado y ha arremetido contra León de la Riva, «un delicuente convicto» por el 'caso áticos', por la firma de un aval que comprometía las finanzas municipales. «Nos tocó destapar la verdad, hacer la autopsia, pagar el funeral y estamos pagando las deudas que nos dejó», afirmó para recalcar que la razón para no abordar la obra «no es falta de voluntad política, sino de dinero». «La sociedad estaba en quiebra técnica; se pagaba 61.300 euros al día solo en intereses; con ese gasto se podría comprar un furgón de bomberos al día», expuso.