
Secciones
Servicios
Destacamos
Hay en Valencia una sala sin ventanas, un pasillo, que tiene vistas al castillo de La Mota. Unas vistas a un atardecer anaranjado en el ... que los cuervos sobrevuelan la torre del Homenaje. Es el cuadro 'Castillo de la Mota', del pintor Darío de Regoyos. Un paisajista que formó parte de la vanguardia artística del país en los albores del siglo XX, cuando decidió utilizar técnicas propias del impresionismo, como el puntillismo. Regoyos pintó el cuadro en 1909. Y la hemeroteca de El Norte de Castilla nos ofrece una pista de cuándo lo hizo. El 19 de junio de aquel año, un breve párrafo del periódico informaba: «En su excursión artística por tierras castellanas, ha permanecido unos días en esta capital el notabilísimo paisajista Darío Regoyos. Ayer salió para Medina del Campo».
Lo curioso del caso es que Darío de Regoyos y Valdés, aunque era asturiano (Ribadesella, 1857) y residió en San Sebastián, era hijo de un vallisoletano. Su padre, también Darío Regoyos, pero Molinillo de segundo apellido, había nacido en Cabezón de Pisuerga el 25 de octubre de 1815. Fue arquitecto e ingeniero y también aficionado a la pintura. En la base de datos de la Real Academia de San Fernando se pueden encontrar algunos planos dibujados por el padre del pintor impresionista en los exámenes en los que aspiraba a conseguir la maestría en arquitectura.
Darío de Regoyos y Valdés fue un pintor viajero. Un «paisajista notabilísimo», como decía la nota de El Norte, aunque su apuesta por el impresionismo hizo que también cosechara algunas críticas ácidas en algunos medios contemporáneos. Ramón Martínez Miñana, jefe de Relaciones Institucionales y Protocolo del Museo de Bellas Artes de Valencia, explica que cuentan con ocho lienzos del pintor. «Estas ocho pinturas de Regoyos ingresaron en el Museo de Bellas Artes de Valencia en 2004 procedentes de la colección de Pere María Orts Bosch (1921-2015), escritor, historiador y académico valenciano que generosamente donó su colección artística formada por 204 pinturas, además de piezas de orfebrería, tapices, cerámica, cristalería y muebles, para que todos los ciudadanos pudieran disfrutarla en el Museo de Bellas Artes», señala.
El cuadro del Castillo de La Mota es un óleo sobre lienzo, de 90,5 x 120,5 cm. La ficha del propio museo reseña como algo habitual en su producción «la visión de los monumentos y castillos abandonados, ruinosos, cual metáfora del paso del tiempo», aunque en el caso de su panorámica del Castillo de la Mota tiene «una especial fuerza expresiva».
Noticias relacionadas
No es una pintura realista, al detalle, como se puede comprobar si se superpone el cuadro con una imagen del castillo medinense. «En su cuadro, Regoyos da una imagen algo más compacta y completa de la que el castillo tenía por esos años, a juzgar por algunas fotos antiguas que de él se conocen». La Fundación del Museo de las Ferias de Medina del Campo explica que en el siglo XX la fortaleza se sometió a una primera rehabilitación entre los años 1905 y 1914, por ejemplo. Entre ambos años, 1909, se sitúa el viaje de Regoyos a la localidad. «El castillo se presenta desde un punto de vista bajo, como si el espectador subiese por la colina y fuese emergiendo la silueta espectral de la fortaleza marrón, ya oscurecida con la luz del atardecer, destacando a modo de proa la torre del homenaje, la más alta de este conjunto compuesto de cuatro recintos. Solitario y abandonado, el castillo parece como el gran nido de la bandada de cuervos que revolotean en torno a sus muros y torre. El aspecto fantasmagórico de la construcción y su aire sombrío contrasta con la intensidad de los colores de un cielo amarillento de atardecer y las nubes azules y rojas», describe el Museo de Bellas Artes de Valencia.
Darío de Regoyos y Valdés completó su formación en Bélgica y formó parte del movimiento conocido como Les Vingts, impulsado por Octave Maus. Durante unos años, celebraron exposiciones anuales en las que participaron algunos de los impresionistas más relevantes de la época, como artistas invitados que se sumaban a los miembros de la organización. Así, en 1889 Regoyos formaba parte del listado de Les Vingts participantes en la exposición. Ese año acompañaron a sus paisajes artistas como Seurat, Monet, Pisarro o Gauguin. El Museo Thyssen Bornemisza explica en su sitio oficial que «en 1881 pasó a formar parte del círculo L'Essor, uniéndose al grupo de artistas que más tarde, en 1883, fundaría el singular y hoy muy valorado círculo de Les XX, siendo el único miembro fundador que no tenía nacionalidad belga». Se le considera uno de los pioneros de las vanguardias en España. Regoyos falleció en el año 1913.
116 años después de su visita a Medina del Campo, su castillo de la Mota se convirtió en la inesperada ventana a la tierra de su padre desde un pasillo del Museo de Bellas Artes de Valencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.