«Vengo desde León por si puedo ayudar a encontrar a Esther»

Con la intención de colaborar en la búsqueda de Esther López ha amanecido esta mañana David González Sierra, leonés de 46 años que ha aprovechado su día libre para «echar una mano». Autónomo y propietario de un hostal rural en Posada de Valdeón (León), tiene una perra adiestrada en la búsqueda de restos humanos y los 244 kilómetros que separan su municipio de Traspinedo se le han hecho cortos. Las ganas de ayudar ganaban protagonismo.

«He venido porque creo que Luna puede ayudar a encontrar a Esther, he visto el caso en las noticias y no está de más intentar colaborar, aunque sea dando una vuelta por el campo o por el río, para eso está entrenada», cuenta el hombre.

La perra, de nombre Luna y de raza pastor belga malinois, tiene dos años y está especializada en la detección de sustancias y restos humanos. «Llevo tiempo entrenando con ella y tiene un olfato espectacular, es impresionante lo que es capaz de hacer este animal», explica.

Poco antes de las dos de la tarde, David se acercaba a los agentes de la Guardia Civil que custodian el acceso al domicilio de Ramón García para preguntar si podía ir a la zona del canal, próxima a la casa, para soltar a la perra y que esta buscase. Con el consentimiento de los agentes, David y Luna han pasado frente al camino custodiado y se acercado al arroyo.

Ya en el campo, David daba órdenes a la perra y esta atendía y obedecía. «Es muy obediente y para ella es como un juego, pero a la media hora o así se cansa y su olfato también, por eso no puedo estar mucho tiempo con ella por el campo buscando algo», cuenta.

El confinamiento sirvió a David para entrenar a Luna porque coincidió con el momento en el que la perra llegó a su domicilio. «Fueron unos meses en los que aproveché el tiempo para enseñarla trucos cuando era muy cachorra. Así es como se empieza, desde que son pequeños para que tengan claras las órdenes desde el principio», explica.

Luna trabaja desde pequeña en la búsqueda de objetos y restos biológicos pero David no la ha adiestrado solo. Ha contado con la ayuda de varios adiestradores especializados en esta raza y reconoce que «es muy dócil y hace las cosas fáciles, pero hay que echarle muchas horas de trabajo. Si solo se va a clases con el profesor y en casa no se continúa, es un esfuerzo perdido».

Su mujer y sus hijos, uno de 15 y otra de 13 años, apoyan su decisión de participar en la búsqueda de Esther. «Ya he participado en otras, como a la chica que se buscó el año pasado en Montejos del Camino, y ellos me animan a acudir», cuenta. En León, David es conocido por haber regentado la cafetería El Chorco y, posteriormente, una tienda de deportes a la que puso el mismo nombre. Además, está acostumbrado a viajar a Valladolid porque su hijo entrena con la selección de Castilla y León de fútbol sala en la categoría cadete y entrena en Arroyo.

En este primer día no ha encontrado nada porque «sin prenda es muy difícil, aunque la perra está animada, pero necesita un olor que reconocer y seguir». David ha regresado este miércoles a su domicilio de León pero asegura que mañana volverá a Traspinedo por si su ayuda pudiese servir de algo. «Confío en que la encuentren cuanto antes y si yo puedo colaborar, así será», confesaba.

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