Velliza llora la muerte de Fernando y Alberto Lentijo: «Para nosotros eran como de nuestra familia»

En Velliza hoy reina el silencio, las miradas gachas y los ojos húmedos por el dolor «como si hubiéramos perdido a uno de la familia», aseguran dos vecinos que se protegen en la lluvia al refugio de una trasera y no tienen ánimo de hablar.

«Eran muy buenas personas y esto ha sido un palo enorme para el pueblo y para la familia, poco más podemos decir», coinciden ambos. Los Lentijo pasaban largas temporadas de verano, puentes y algunos fines de semana en la localidad. «Venían siempre que podían. Ellos vivían en La Rubia pero el verano lo pasaban aquí y no volvían a Valladolid hasta después del puente de Todos los Santos», dice apesadumbrado otro habitante de la localidad.

Ayer, los vecinos de Velliza se reunieron frente a la casa familiar para apoyar a Angelita (la esposa de Fernando y madre de Alberto) y a los hermanos del ingeniero agrícola, Alfredo y Gema. «No se puede describir una situación así, por mucho que se cuente, el dolor que se siente es inmenso», dice entre lágrimas una familiar.

Recuerdan a Alberto como un hombre «sano y deportista». «Le encantaba el fútbol, de hecho, jugó en el Arces durante muchos años. Le había dado también por el pádel y le gustaba mucho correr», dice su primo, Juan.

Su carácter ecologista y su amor por la naturaleza llevaron a este ingeniero agrícola a dirigir, desde hace casi un año, una cuadrilla forestal de la Diputación de Valladolid. «Estaba tan feliz con este trabajo... Era un tío muy leído, muy inquieto y siempre implicado por su pueblo», asegura emocionado.

Cerca de donde fallecieron tenía otra de sus pasiones, los árboles frutales. También tenía sus colmenas y siempre estaba dispuesto a mejorar el entorno del pueblo. Luis Miguel Serrador, amigo y alcalde de la localidad, junto a varios miembros de la corporación, así como familiares presentes en el Ayuntamiento han decretado dos días de luto oficial y han quedado suspendidas las celebraciones de Halloween.

Miembro de la Asociación Cultural El Garrote, Alberto Lentijo participaba en la mayoría de las actividades organizadas en el pueblo. No tenía mujer, tampoco hijos, pero hablan de él como un hombre «muy niñero», que incluso enseñó a andar en bicicleta a varios de los pequeños de la localidad.

«Hace poco le dimos el premio a mejor jugador del torneo de fútbol y los chistes que contaba... es que te partías con lo gracioso que era el tío», añade Juan, que no puede seguir hablando porque rompe a llorar. «Qué injusto todo», atina a decir.

Además de perder a su primo, Juan ha perdido también a su tío. «Fernando pese a sus 85 años físicamente estaba hecho un toro. No aparentaba la edad que tenía», dicen desde el Ayuntamiento. Trabajó durante muchos años como repartidor de Bimbo y marchó a Alemania para buscar futuro. Le encantaba dar paseos por el pueblo a diario, siempre iba acompañado de uno de sus tres hijos.

El de este domingo fue el último paseo para él y para su hijo. Perdieron la vida en una zona, que pese a ser una recta sin apenas arcén, «es un lugar de tránsito para los vecinos de la zona. Apenas pasan coches por ahí y mira la mala suerte que han tenido, que el conductor invadió el carril por el que iban ellos andando», señala el alcalde.

La tranquilidad de este pueblo, dedicado fundamentalmente a la agricultura, se ha tornado en silencio y dolor desde que se enteraron de la trágica noticia. «Nunca va a volver a ser lo mismo», coinciden mirando al suelo los pocos vecinos que quieren hablar.

La tragedia por la muerte de Fernando y Alberto Lentijo ha conmocionado además al pueblo que dista apenas tres kilómetros de Velliza. En Villán de Tordesillas -de donde es A.G.R. el conductor de la furgoneta que arrolló de forma mortal a los vecinos- están sobrecogidos.

«Les conocíamos de toda la vida y lamentamos enormemente su muerte. Lo que sabemos es que el conductor (un hombre de unos 50 años) es un vecino de aquí de Villán de toda la vida. Es una bella persona y un buen trabajador, que se dedica a podar y segar en la zona. Solo sabemos que está detenido y que hay una investigación por medio», dice con cautela el regidor de Villán, José Vidal. En ambas localidades, embargadas por el dolor, se trata el tema con el máximo respeto y apenas con palabras. «No era la primera vez que tenía un percance con el coche, de hecho, le habían retirado el carnet de conducir en dos ocasiones», coinciden los vecinos de Velliza y el alcalde de Villán.

El autor del atropello se encuentra en prisión tras haber sido arrestado el domingo después del accidente y haber prestado declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid. «Es una tragedia porque nos conocemos todos desde siempre y es un palo muy gordo que ha dejado destrozados a dos pueblos vecinos», ha remarcado Vidal.

Alberto había pasado a formar parte de los socios de Ecologistas en Acción de Valladolid, desde donde destacan su carácter «participativo y solidario» a través de un comunicado, que muestra el dolor de la entidad por la pérdida de un querido miembro de la asociación. «Alberto era serenidad y humildad, un compañero muy inquieto, pero de un apacible sosiego con el que cobraba todo el sentido intentar hacer ver la necesidad de mejorar la realidad de emergencia global que nos rodea. Pensamos que allí donde esté le gustará que le recordemos así, dando la batalla pacíficamente y con su inigualable bondad».