El vallisoletano Rubén Sánchez, mejor par de banderillas en Guadarrama

Precisamente en esta temporada de 2024 Rubén Sánchez ha cumplido su primera década como banderillero profesional, ya que en 2014, en la localidad segoviana de Ayllón, actuando a las órdenes de Vicente Barrera. «De aquella tarde, que recuerdo bien por ser mi debut profesional, me acuerdo que me brindó un novillo Damián Castaño, un matador de toros a cuyas órdenes actúo ahora precisamente», expresa Sánchez. Además de Castaño, y del ya citado Jesús de la Calzada, también forma parte de la cuadrilla de los matadores Ismael Martín y Sergio Rodríguez, así como de los novilleros Daniel Medina y Raquel Martín. No es arriesgado indicar que en un plazo corto actuará con alguna figura del escalafón.

Antes de abordar la tarde en Guadarrama, Rubén Sánchez desgrana alguno de los hitos más importantes de su trayectoria en los ruedos, como su intervención en su primera corrida de toros y otras singulares: «Fue en Almazán, en la cuadrilla del maestro Joselillo, y con toros de Adolfo Martín, una tarde muy especial, como lo han sido mis debuts en Las Ventas, claro, y en La Maestranza, que también es una plaza muy especial, así como en Bilbao, una tarde con Damián Castaño, cuando lidié un toro de Dolores Aguirre, y también con él otra tarde en Las Ventas, en un desafío ganadero de Saltillo y Valdellán», recuerda.

De las tardes más recientes evoca dos paseíllos: «Por supuesto cuando he debutado en Valladolid en corrida de toros, con Ismael Martín, que fue muy emocionante, por ser mi tierra y una feria de mucho interés, y La Glorieta, en Salamanca, en la novillada con Jesús de la Calzada, además de que han sido dos tardes de mucho éxito de los matadores», refiere el subalterno vallisoletano.

Técnico e intuitivo, lidiador eficaz y poderoso, y seguro y valiente con los rehiletes, Rubén Sánchez se ha formado con cierta inclinación autodidacta, y con referencias de las que extraer modos y formas de actuar en los ruedos. «Con el capote me gustan mucho José María Soler y Curro Javier, muy interesantes, y de los banderilleros me interesa la ejecución que realiza Juan José Trujillo», indica sobre sus compañeros de los que aprender para seguir evolucionando. «En todo caso, aunque me gusta fijarme y sacar conclusiones en la técnica, lo cierto es que yo tengo mi concepto, y estoy centrado en fortalecerlo, pues al final es algo personal, de tu propia evolución, y me gusta ser fiel a mis convicciones y mi modo de ejecutar la lidia y clavar los palos», apostilla.

Sobre su intervención en Guadarrama, que le ha permitido obtener el galardón como autor del mejor par de banderillas, destaca la «seriedad y presencia» de los utreros, y que en el segundo par del último del lote de Jesús de la Calzada se pudo lucir con plenitud: «En el primer par el animal estaba cerrado en tablas, así que no pude darle mucha distancia, tuvo su riesgo pero tenía fijeza y no hacía nada extraño, así que en el segundo, como el novillo era franco en su embestida, le di distancia, largo, y se arrancó con fuerza pero con franqueza, y por eso el embroque fue muy puro y valioso, porque el animal también pudo mostrar su casta», rememora.

Una temporada intensa y abundante la de Rubén Sánchez, que este domingo volverá a vestirse de luces. 54 tardes en 2024, un éxito más que elocuente.

Lo hará en Alba de Tormes, en la cuadrilla del matador Ismael Martín. Una campaña de despegue para quien, sin tener que esperar mucho, se convertirá en figura de los hombres de plata de la tauromaquia profesional.