Valladolid

Unidad y orgullo en el Día de la Provincia

Sarbelio Fernández, alcalde de Arroyo y anfitrión del evento, arrancó el turno de intervenciones agradeciendo la presencia de todos y subrayando la importancia de esta jornada festiva «en la que compartimos el devenir y las experiencias de nuestro día a día, la labor en nuestros pueblos y con nuestros vecinos».

Orgulloso de su labor y la de su equipo, destacó que la Casa de la Música y el Teatro, que acaba de cumplir un año de funcionamiento, es el mejor de los ejemplos «de lo que se consigue sumando esfuerzos y trabajando en una misma dirección, pues este moderno equipamiento cultural es fruto de la colaboración entre la Diputación y el Ayuntamiento de Arroyo». Finalizó su intervención prometiendo seguir «echando mano de entrega, de mucha dedicación y de mucha imaginación», al frente de la alcaldía. «Aunque no nos veas siempre estamos».

Éste fue el eslogan elegido por la Diputación para este día y sobre él pivotó el discurso del presidente de la institución provincial. Conrado Íscar quiso poner en valor el papel de las diputaciones en el mundo rural y destacar la labor de los «auténticos protagonistas»: los alcaldes y concejales «que cada día estáis a pie de calle, atendiendo a vuestros vecinos y solucionando cada problema que pueda surgir».

El presidente quiso ante sus ediles, hacer repaso de todo lo hecho y de lo que queda por conseguir de los cinco compromisos que se marcó para estos cuatro años de legislatura y que van ligados a las personas y los servicios sociales, al apoyo a los ayuntamientos, a combatir la despoblación, a la creación de empleo y actividad económica y a la mejora del medio ambiente y la conservación del entorno. «Estos compromisos deben ser los que deben marcar los objetivos a alcanzar y fijen nuestra ruta a seguir, de cara a avanzar para conseguir ese proyecto de provincia que todos compartimos». Habló de una provincia próspera, moderna y llena de oportunidades, «donde todos, jóvenes, mayores, autónomos, trabajadores, hombres y mujeres puedan construir su proyecto de vida».

Dio ejemplos claros del trabajo diario que se realiza desde la Diputación de Valladolid, «que siempre está donde debe estar». Entre ellos destacó la puesta en marcha de un servicio de Residencia Juvenil para estudiantes, las obras de mejora y accesibilidad en los Centros Asistenciales, la ampliación de la Red Rural Integrada de Servicios para Personas con Discapacidad, las medidas incluidas en el Primer Plan de la Infancia y Adolescencia y los planes que se están desarrollando para avanzar en la lucha contra la soledad no deseada.

En relación a su labor de cooperación, asistencia y asesoramiento a los municipios remarcó el refuerzo del Plan de Empleo Local de las Entidades Locales, el incremento de los recursos humanos del Equipo de Cuadrillas Forestales, la habilitación de una nueva Línea de Crédito a través de la Caja de Crédito Municipal, para financiar la aportación municipal en proyectos con cargo a los Fondos Next Generation y la significativa reducción de la carga administrativa de los ayuntamientos «mediante la unificación de más de una veintena de convocatorias sin perdida ninguna de dotación económica».

Habló de la renovación del plan REHABITARE y la firma de un nuevo Protocolo de Vivienda Joven, de la consolidación del programa Crecemos. También de la creación de empleo, del Plan Estratégico para el Campo de la provincia de Valladolid y de las ayudas al sector de la Agricultura y Ganadería para mejorar sus centros de trabajo en municipios con menos de 2.000 habitantes. No se olvidó del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, del Programa Experiencias Turismo España Comercio Mincotur, de la firma del IV Acuerdo del Diálogo Social de la provincia de Valladolid y del Proyecto de Digitalización del Ciclo del Agua. «Porque seguimos creyendo que es imprescindible alcanzar el mayor consenso posible en el diseño y aplicación de las políticas económicas y sociales», dijo agradeciendo a todos los agentes sociales su implicación.

Íscar se mostró cercano con sus ediles y les recalcó que «no tengáis la menor duda de que la Institución Provincial está y estará siempre a vuestro lado para trabajar por el futuro de nuestros pueblos y yo estoy a vuestro servicio, como alcalde, como presidente, pero, sobre todo, como compañero. Os ofrezco y os pido generosidad, unidad, cooperación, optimismo, confianza… No os pido compromiso porque es algo que todos, en cada uno de vuestros ayuntamientos, demostráis sobradamente en vuestro día a día».

Quiso agradecer a todos los empleados públicos, tanto de la propia Diputación como de los ayuntamientos, «vuestro trabajo, vuestra profesionalidad y vocación, y os pido vuestro apoyo y complicidad. Sois auténticos y necesarios colaboradores en el devenir del mundo rural de nuestra provincia», y terminó pidiendo al resto de administraciones «apoyo, lealtad institucional y garantía de una estabilidad financiera para que, ayuntamientos y diputaciones podamos hacer frente a una correcta prestación de los servicios».

El escenario de la Casa de la Música y el Teatro estaba cubierto por un gran mosaico, realizado por José Antonio González Gerbolés, alcalde de Castrodeza y presidente de la Mancomunidad Torozos. Una bonita alfombra que sirve para poner fin a la carrera artística de este alcalde y que estaba realizada con trigo de la provincia, concretamente de Peñaflor de Hornija. «Me parecía bonito y simbólico hacer este tapiz con un producto de nuestra tierra, porque somos una provincia agrícola y cerealista y tenemos que enorgullecernos de ello», señaló el homenajeado en declaraciones a El Norte. Íscar le hizo entrega de una placa conmemorativa e hizo subir a Elena, su esposa al escenario en representación de las familias de los alcaldes y concejales «sin las cuales, los que nos dedicamos a este mundo no podríamos realizar nuestra labor».

Y como el Día de la Provincia coincidió también con el Día de la Sonrisa, la velada terminó con las actuaciones del humorista Agustín Jiménez y la música del grupo Los Cañoneros. Entre los alcaldes todo eran saludos y abrazos, lo que demostraba la buena sintonía en la política municipal vallisoletana. Así, Álvaro Casares, alcalde de Berceruelo, explicó que «se trata de un día de encuentro y de reconocimiento a la labor que hacemos a diario en nuestros pueblos». Jesús Julio Carnero, alcalde de la capital, apuntó que «es una fecha importante para los concejales de los 225 municipios y 9 pedanías».

David Esteban, alcalde de Medina de Rioseco, remarcó lo «bueno que es verse las caras, darnos un abrazo y compartir como va nuestra gestión». Mª Ángeles Fernández, regidora de Tiedra, opinó que es una «excelente oportunidad de compartir experiencias y motivos por los que seguir trabajando». Moisés Santana, alcalde de Castrejón de Trabancos abundó en que ésta es una fecha para celebrar también con la familia, «que son los que sufren este puesto que despeñamos», mientras que Luis Miguel Serrador, alcalde de Velliza reconoció que para los pueblos más pequeños «es un momento idóneo para pedir todo aquello que necesitamos para nuestra gente». Acto seguido, los ediles compartieron una cena de hermandad en el AC Hotel Palacio de Santa Ana.