«No me lo podía creer. Lo veía, pero no me lo creía. Es la primera vez que me toca la lotería»

«¡Es una alegría muy grande! ¡Estoy muy emocionada!» comentaba Adela Alonso, la propietaria del Bar Ruy-Wamba de Mota del Marqués al enterarse que la máquina de su establecimiento había vendido el número 03.436, agraciado con el segundo premio de la Lotería del Niño. En ese momento todavía no sabía cuántos décimos habían sido los premiados, ni a quién le ha tocado, pero ella estaba loca de contenta. Pero más contenta se puso, cuando supo que el agraciado con 75.000 euros era de su pueblo.

Miguel González de la Hoz (Michel), un joven militar motano, destinado en Bilbao, estaba comprobando los décimos que llevaba de lotería, cuando vio que uno de ellos coincidía con el segundo premio. «No me lo podía creer. Lo veía, pero no me lo creía. Es la primera vez que me toca la lotería», comenta este joven, que todavía no sabe a qué destinará el dinero del premio.

Corrió a la plaza mayor del pueblo, al bar que le dio la suerte, a celebrarlo acompañado de sus padres, Mariano y Toñi. Allí lo festejó con todos los vecinos. «La semana pasada quise comprar un décimo y… me daba igual el número. Miré la hora qué era, las 14:36. Pero ese número no estaba disponible. Así que pedía a Adela que me buscara otro parecido y me dio el 03.436, el ganador», cuenta contento.

Adela y su madre Milagros Sánchez, ambas propietarias del bar, se enteraron a través de las redes sociales de que el premiado era Michel. «Fue más alegría todavía saber que el premio se quedaba en el pueblo. Que pase esto en Mota, en un año tan difícil es muy emocionante. Creo que estoy tan contenta como si me hubiera tocado a mi», explica mientras descorcha las botellas de champán.