Cada vez son más las señales de tráfico que alertan, a pie de calzada, de la posibilidad de que pueda cruzarse un animal en el camino de los conductores, poniendo en peligro sus vidas o causando severos daños por los impactos. Una advertencia a la ... que conviene prestar atención. Cada día, un jabalí, un corzo o cualquier otra especie –como perros, vacas, ovejas o caballos– provoca una media de dos accidentes en carreteras vallisoletanas. Una frecuencia hasta hace nada desconocida, aunque es cierto que son ya varios los años que los animales silvestres traen de cabeza a ciudadanos e instituciones.
Publicidad
Noticia Relacionada
Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT), el año pasado se produjeron 711 siniestros de estas características. El 31% más que en 2018, cuando hubo 541. Una cifra que, aunque muy similar a la de 2019 –entonces se contabilizaron 729–, no invita al optimismo. Las vías vallisoletanas registraron, con cuatro meses en los que la circulación prácticamente alcanzó niveles mínimos (Castilla y León no permitió el movimiento entre provincias hasta el fin del estado de alarma, en junio ), el mismo número de accidentes durante dos años consecutivos.
Reconoce el director de la Escuela de Caza de Castilla y León, Claudio Sánchez, que en cualquier momento, más pronto que tarde, la situación con las especies de caza mayor será «insostenible». Porque –dice– están en una «clarísima expansión». A nivel nacional, pero en Castilla y León «especialmente». Uno de los motivos, según explica, es porque el año pasado, con el confinamiento domiciliario, se suspendió la actividad cinegética en la comunidad, lo que implicó que «no se haya podido hacer un correcto control poblacional».
Por ello, considera que la mejor opción es que se concedan «más precintos y haya más posibilidades para poder extraer más animales de campo porque llegará un momento en el que la sociedad se dé cuenta del grave problema que tenemos».
Asimismo, incide en la «gran vinculación» existente entre el aumento de siniestros causados por animales y la disminución de la caza. En este sentido, destaca la peligrosidad de los corzos, una especie que en la región está inmersa en una «clarísima expansión». «En el caso de la provincia de Valladolid, están apareciendo en zonas que son poco corceras, por así decirlo. Donde antes no había ni uno, ahora es muy raro no verles», sostiene. Cree, del mismo modo, que colisionar contra uno de estos cérvidos es «mucho más peligroso» que hacerlo, por ejemplo, contra un jabalí. «El jabalí te sale por el suelo corriendo, pero el corzo, cuando le quieres ver, le tienes metido en el coche, te pega un salto y no da tiempo para reaccionar», argumenta el director de la Escuela de Caza de Castilla y León.
No obstante, en meses de alarma y confinamiento estos sucesos no se detuvieron. Hubo, entre marzo y junio, ambos inclusive, 187 choques de vehículos contra animales, aunque julio y noviembre, con 86 y 84, respectivamente, fueron los periodos en los que más se contabilizaron. Sin embargo, precisamente abril, mayo y junio concentraron en 2019 el 31% de los percances anuales –226–.
Tanto la Federación de Caza de Castilla y León como el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta coinciden en que estos datos están amparados por la creciente presencia de manadas de animales silvestres –corzos, principalmente– diseminadas por toda la provincia por su proliferación, una situación que también 'invita' a su dispersión y, por tanto, la probabilidad de que se aproximen a núcleos urbanos o zonas cercanas a carreteras es mayor.
Publicidad
Evitar tocar el claxon fuertemente para que no se asuste y pueda realizar movimientos impredecibles.
No intentar esquivar al animal con un volantazo,
Si circula de noche con luz de carretera
Bajo ningún concepto toque a animales muertos,
Reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad en tramos con posibles animales sueltos. Chocar directamente contra el animal puede conllevar consecuencias muy graves.
En Valladolid, el principal problema tiene cuatro patas y dos cuernos. Últimamente está en boca de todos. En 2020, los corzos fueron los causantes de un accidente de tráfico diario –378–. Tras estos cérvidos, aunque lejos, los 'culpables' fueron los jabalíes, que se cruzaron en el camino de 164 conductores. Ambos supusieron el 76% de los siniestros anuales. Otras especies como zorros o perros se cruzaron en 41 y 69 ocasiones, respectivamente.
Pero, sin duda, los que más preocupan son los cérvidos. De hecho, los accidentes de tráfico son el termómetro que permite a las autoridades calibrar su existencia y evolución. Hace veinte años –dice el jefe de la sección de Caza y Pesca de Medio Ambiente, Javier Higuera– apenas existía este animal en territorio vallisoletano. Hoy son, a tenor de la información proporcionada por la DGT, los que más siniestros están causando. Comenzaron a dejarse ver por la zona este, aunque a día de hoy están presentes en toda la provincia. Higuera también concreta que hace un par de años hicieron en torno a 120 informes con los seguros sobre accidentes de tráfico con la especie y señala la Nacional-122 que une Peñafiel con Tudela como un tramo «donde siempre ha habido mucha siniestralidad».
Publicidad
Por su parte, el director de la Escuela de Caza de Castilla y León, Claudio Sánchez, precisa que el entorno de Olmedo, Aldeamayor y Montemayor de Pililla son 'puntos críticos' de presencia de estos animales. «Son zonas conflictivas, con muchísimos accidentes en carreteras; cuando aparece una pareja de corzos, estamos hablando de que en cinco años lo están colonizando».
Ana Pinacho volvía de trabajar en su vehículo el último día de julio del pasado 2020. Era de noche. Había salido de Tordesillas y se dirigía a Boecillo. Cerca de Puente Duero, al pasar El Pinarillo, al salir de una curva cerrada se encontró de golpe con tres jabalís cruzando la carretera. «Como salía de una curva no tuve tiempo de rectificar la trayectoria e impacté de frente contra ellos porque podía haberme salido por la tangente. Frené y aparqué en el arcén».
Ana Pinacho, tras el susto inicial y superar el estado de shock tuvo dolor de riñones y en el cuello, típicos de un golpe de estas características. Tras detener su vehículo en el arcén, accionó las luces de emergencia, y llamó al RACE, a su esposo y a la Guardia Civil. Se levantó un atestado porque se veía sangre y pelos en el ventilador y el radiador, todos los bajos del vehículo, así como en un faro. De los tres animales, ni rastro. Pese a resultar heridos, lograron huir. Que fuera noche cerrada tampoco ayudó a su localización pese a los intentos con linternas de los agentes de la autoridad.
«Me vino a recoger mi esposo y la grúa se llevó el coche. Como era un desplazamiento de trabajo, la empresa lo solucionó con la mutua. No tuve indemnización y encima me subieron la cuota del seguro al año siguiente. Me cubrieron la reparación de la avería, porque tenemos la cláusula de daños contra animales», explica Ana Pinacho.
Información de Jota de la Fuente
La mejor prueba de este aumento la aportan las cifras oficiales. En 2008, el Servicio Territorial apenas concedió cinco precintos –sirven para identificar y trazar el origen de cada corzo con el fin de controlar los ejemplares abatidos–, mientras que de cara a esta temporada, la 2021-2022, ha repartido 828. Algo similar ocurre con los vedados (espacios autorizados para capturar animales de forma puntual). En 2015 casi no había solicitudes, pero desde entonces se ha producido un «incremento sustancial».
Publicidad
Tuvo suerte la vallisoletana Ángela Pascual, que pudo contar –en caliente, 'in situ'– su experiencia tras colisionar contra un corzo. Sana y salva, por fortuna. El pasado 11 de mayo por la tarde, uno de estos cérvidos se le cruzó mientras conducía por la Nacional 122, a la altura del kilómetro 300, en el término municipal de Castrillo de Duero. La joven se dirigía a la localidad donde reside, Roa de Duero. Viajaba sola y salió ilesa. Su turismo sufrió daños materiales.
En el antiguo aparcamiento del ruinoso edificio del restaurante de carretera El Empecinado, a 300 metros del lugar del siniestro –descampado en el que pudo aparcar su vehículo tras el percance-, la joven relataba que «cuando me he dado cuenta el corzo estaba ya encima del coche. Ha sido en un segundo, no lo he visto, porque encima había un árbol», comentaba, visiblemente nerviosa. «Ha saltado, ha salido entre la maleza y ha debido saltar también el guardarraíl». El golpe con el animal produjo daños en la parte frontal de su turismo (donde quedó adherido pelaje del corzo), especialmente en el lado del faro izquierdo. Afortunadamente su póliza del seguro del vehículo es a todo riesgo y cubrirá la reparación, como indicaba Pascual, al igual que en su momento el seguro a todo riesgo contratado por su padre cubrió los daños sufridos en sus vehículos también por encontronazos con corzos. Uno de ellos tuvo lugar muy cerca de donde Ángela tuvo el siniestro el otro día.
Un buen susto se lo llevó en el entorno de Roa de Duero y, en la carretera que une Peñafiel con Pesquera de Duero, su coche chocó contra otro corzo. Hace unos días, su progenitor –según relató– se dirigía a Soria y contabilizó una veintena de estos cérvidos entre Aranda y la capital soriana.
Información de Agapito Ojosnegros
Pese a la magnitud de los siniestros, solo diez se saldaron con víctimas, aunque sí se produjeron daños materiales. Es ahí donde cobran protagonismo la ley y los seguros. Por lo general, es el conductor el responsable en caso de atropello de especies cinegéticas, el que debe asumir todos los gastos. No solo debe hacer frente a los costes de reparación del turismo, sino también a los derivados de la responsabilidad civil por los daños provocados al animal u otros que haya en la vía, tal y como informa Mapfre. Aunque hay excepciones, como si tiene cabida reclamar al dueño del coto de caza o del terreno, así como al titular de la carretera en caso de no haber una correcta señalización. Solo se cubrirían si se tiene un seguro que incluya esta cobertura.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.