Secciones
Servicios
Destacamos
Era domingo, 25 de abril. El vídeo de un corzo al galope por el Paseo Zorrilla, a la altura de La Rubia, corría como la pólvora por los grupos de WhatsApp. Eclosionaba al mismo tiempo el teléfono del 112, que sobre las 13:30 horas recibía los primeros avisos de testigos que se habían cruzado con el cérvido. ¿Cómo era posible que el animal hubiera llegado hasta la zona urbana? Nadie daba crédito. Las imágenes no tardaron en difundirse por las redes sociales. «Los pinares del sur son un reservorio natural sorprendente... Lo increíble es que se adentre un corzo hasta La Rubia», decía un usuario en Twitter. «El ayuntamiento tendrá que valorar el poner un carril corzo, ¿no?», ironizaba otro.
Sorprendió a muchos, pero lo cierto es que la ciudadanía debe acostumbrarse a este tipo de 'acontecimientos'. Porque cada vez será más habitual 'tropezarse' con estos animales en pueblos y ciudades. «Lleva años incrementándose bastante por el uso del territorio; no es nada nuevo, si lo decía hasta Félix Rodríguez de la Fuente», reconoce el presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Apamcyl), Esaú Escolar, que incide en que no solo ocurre con los corzos, sino que este 'problema' también existe con especies como los jabalíes.
El desplome de la presión cinegética el año pasado –«fue prácticamente inexistente», incide– y la sobrepoblación de la especie son los principales motivos que explican el porqué los animales se están 'mudando' a las ciudades. A ello, además, cabe añadir que la gran masa del Pinar de Antequera se ha convertido en el refugio ideal para muchos cérvidos. «La población ha aumentado mucho, se están reproduciendo a buen ritmo, y el año pasado apenas hubo presión cinegética», apunta Escolar.
Por su parte, el jefe de la sección de Caza y Pesca de Medio Ambiente, Javier Higuera, destaca que «no es que sea una presencia constante». «Antes era una especie que apenas existía, con lo cual tenía su territorio y apenas salía de ahí, pero ha habido una evolución bastante importante de su presencia». El confinamiento domiciliario también ha tenido mucho que ver. Mientras la humanidad guardaba cuarentena, la naturaleza recuperaba lo que era suyo.
Esta creciente aparición de la fauna en el casco urbano no le es ajena a las fuerzas de seguridad. De hecho, en tan solo dos semanas, las Policías Local y Nacional y el cuerpo de Bomberos de Valladolid capital han capturado a cinco ejemplares que estaban desorientados en el Paseo Zorrilla, en el canal del Duero, cerca del Pinar de Jalón, en el barrio del Páramo de San Isidro y otro, en el Camino Viejo de Simancas. Uno de ellos murió por estrés.
La Junta abrió el 1 de abril el periodo hábil de actividad cinegética para los corzos, que permanecerá abierto hasta el 1 de agosto. Se reabrirá el 1 de septiembre y nuevamente se cerrará el 10 de octubre. Para capturar solo hembras, el plazo será del 1 de enero de 2022 hasta el 27 de febrero de ese mismo año.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.