Nuestra Señora y San Roque ofrecen los días más festivos a la provincia de Valladolid

Aquellos que se han criado en un pueblo o tienen vinculación con alguno de ellos, conocen a la perfección la dinámica festiva que, a partir de hoy mismo, se abre en muchos de ellos. Y es que, alrededor del 15 de agosto y del 8 de septiembre, se desarrollan numerosas fiestas patronales que en el caso de Valladolid, sin ánimo de exagerar, invitan a la fiesta a media provincia.

Pero antes de que llegue la fiesta, es el momento de los preparativos. En el caso de los ayuntamientos o entidades culturales organizadoras, hace meses que se cerraron las orquestas o discomóviles, y los últimos días de reservan para concretar detalles.

En el caso de los vecinos o veraneantes, si se trata de público infantil, hace semanas que comenzaron a preparar sus peñas, que además de estar perfectamente identificadas con sus llamativas camisetas, requieren de un lugar que sirva de punto de encuentro.

Bien saben los peñistas que, en ocasiones, resulta más complicado de lo esperado aunque por norma, en el último momento, siempre aparece algún local que sirva para este fin. Locales que en ocasiones requieren un gran trabajo de limpieza pero que bien valen el esfuerzo por pasar unos días unidos con los amigos de siempre o los nuevos.

En las casas también se nota el alboroto de los familiares que llegan cada año llamados por el sonido tan auténtico de la fiesta y que no necesita de ruidos, simplemente se palpa en el ambiente, se sabe que algo grande está por llegar.

Además de lo taurino, lo musical es otra de las patas en las que se asientan las fiestas pero lo que se observa es que ya no solo las orquestas tienen un espacio reservado cada noche, las discomóviles o 'dj' hace tiempo que entraron con fuerza y en muchos municipios, se puede afirmar que ya se han hecho con el mercado en su totalidad.

Las discomóviles llenan las plazas de gente joven, sobre todo, pero el público más adulto sigue reclamando ese espacio verbenero.

Nuestra Señora y San Roque aunque, evidentemente, hay más santos y santas que celebrar en estos días, son los más habituales y en muchos casos, además de la celebración de la Eucaristía no faltan alrededor otra serie de actos. En algunos pueblos durante la procesión de San Roque los vecinos bailan la jota ante el santo, sin pensar demasiado en el sofocante calor que suele hacer.

En Quintanilla de Onésimo la tradición está vinculada a la subasta del arco de San Roque, una arraigada puja por un excelente lote de productos que conforman ese arco del santo patrón.

Pero cada pueblo tiene otras tradiciones muy propias y quizás menos conocidas, momentos que han ido calando como algo espontáneo y popular y que, a pesar de la sencillez, los vecinos siguen esperando. Pasacalles y desfiles de peñas dan buena cuenta de ello y cómo no, en esos momentos el papel de las charangas es fundamental.

Estas agrupaciones musicales se han convertido en auténticas reinas de la fiesta con canciones que son himnos y entre los que se incluyen clásicos como La Amapola o la Sandía y a buen seguro, grandes éxitos del momento y entre los que este año no puede faltar 'la potra salvaje'. La provincia de Valladolid está preparada para la fiesta y cada uno de sus vecinos, dispuesto a disfrutarla de acuerdo con el momento vital que corresponde.

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