Fiestas en Quintanilla de Onésimo

«Que las fiestas sean un reflejo de la hospitalidad que define a Quintanilla»

Como viene siendo habitual, el programa de fiestas es el culmen de un compendio de actividades que para todos los públicos se vienen desarrollando desde el mes de julio. Múltiples propuestas de ocio, deportivas y culturales que hacen del verano de Quintanilla de Onésimo, un lugar idóneo para vacacionar y, también y sobre todo, para que los vecinos disfruten al máximo del periodo estival. Un disfrute que alcanza su cenit durante las fiestas patronales de Nuestra Señora y San Roque.

El alcalde de Quintanilla, Carlos del Barrio, destaca especialmente de las patronales el carácter colaborativo y participativo de las mismas. «Las fiestas las hacemos contando con la gente. No lo que a mí me guste, porque, evidentemente, puede ser diferente a lo que guste a otros vecinos. Desde el Ayuntamiento se hacen las cosas y se diseña el programa en función de lo que quieren los vecinos, desde los más jóvenes a los más veteranos». Para ello trabajan y cuentan con las opiniones y sugerencias de la vecindad desde tiempo antes de plasmar en el libro de fiestas los actos que se programan. El otro aspecto que destaca Del Barrio, también de manera sobresaliente, es el de la alta participación e implicación de sus convecinos en todo lo que se organiza.

Como señala Del Barrio, en las patronales de Quintanilla hay tres eventos cruciales, tres puntales, tres ejes sobre los que se asientan y pivotan estos festejos, como son el día de la coronación y pregón (14 de agosto), la jornada de la merienda de la Plaza Mayor (15 de agosto); y el día grande (16 de agosto), con la misa, procesión del santo y subasta del arco. Una arraigada puja por un excelente lote de productos que conforman ese arco del santo patrón. Durante la merienda popular del día 15 se congregan multitud de vecinos en la plaza Mayor y calles adyacentes, en cuadrillas de amigos y familias, compartiendo mesa y mantel. La tradición establece que el Ayuntamiento reparta generosamente vino entre los comensales. Estamos en la milla de oro de la Ribera del Duero, por lo que este elemento no puede faltar. En cuanto a la coronación de los reyes y los príncipes, el alcalde explica que «en Quintanilla el sentimiento de la juventud, de las generaciones que vienen, es el de que se continúe con esta tradición».

Fiesta fraternal en las que todo el mundo es bien recibido, y a las que el regidor invita «a todos a participar con entusiasmo y respeto, y a vivir estos días con el espíritu festivo que nos caracteriza. Que estas fiestas sean un reflejo de la hospitalidad y la alegría que definen a Quintanilla, y nos inspiren a ser mejores personas, más solidarias y comprometidas con nuestra comunidad, y que la alegría de estos días se mantenga en el tiempo durante todo el año».

En lo que respecta la tradición de reyes y príncipes, «a mí me parece bien, es algo que se tiene que mantener. Conozco a muchos chicos, más pequeños, que quieren ser rey. No me imagino un día 14 de agosto sin la coronación», reivindica el joven Miguel Toribio, quien, junto a Isabel Villén, y los niños María Soto y Ayoub Sidqui, forma parte este año de una familia real muy especial, querida y representativa de las fiestas de Quintanilla de Onésimo. Isabel, quien comparte la opinión de Miguel sobre esta tradición, será la reina, mientras que María y Ayoub serán los príncipes.

María tiene 9 años y, como Ayoub (de 10 años) es una buena estudiante que ha sacado el curso adelante sin problema. Por ello está disfrutando a tope del verano. Al igual que a la princesa, al príncipe le gusta el deporte, en su caso el fútbol. El niño pone palabras a lo que ambos sienten por ser príncipes: «Es algo chulo».

Los mayores también son aplicados en los estudios y responsables en las obligaciones que van adquiriendo. Isabel (21 años), a la que la encanta viajar, estudia informática y estadística a la vez que realiza prácticas y echa una mano en el bar de la familia. Miguel (20 años), recalca que está «muy contento; muchos de mi peña han sido ya reyes, así que, uno más».

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