Secciones
Servicios
Destacamos
Patricia González
Jueves, 8 de octubre 2020, 06:57
Los problemas respiratorios y de movilidad, infecciones de orina y de oído, cólicos de riñón, cojeras y multitud de tratamientos anticoagulantes (sintrom) han estado en una especie de limbo durante seis meses en el municipio vallisoletano de Cervillego de la Cruz, que el pasado mes ... de marzo, en pleno estado de alarma, vio cómo su consultorio médico cerró sus puertas debido a la covid-19 y hoy, medio año después, continúa sin el médico que pasaba consulta tres días a la semana. «Seguimos sin médico, sin noticias de volver a tener uno y con muchos problemas que nadie quiere solucionar», denuncian los vecinos de Cervillego, que tildan la situación de «insostenible» y «vergonzosa»; «nos tratan como si fuéramos vecinos de tercera».
Más información
Ante esta «interminable espera» han decidido interponer una serie de reclamaciones –55 en total que corresponden al total de los residentes de manera habitual en la localidad– por dejación de funciones y deficiencias en el servicio de asistencia sanitaria prestado por Sacyl. Estas quejas llegarán hoy a la Diputación de Valladolid y a la Junta de Castilla y León para «que de una vez por todas nos hagan caso y nos abran el ambulatorio como antes de la pandemia. Hemos pasado de tener tres días de consulta médica a ninguno. Nuestro consultorio se encuentra cerrado a cal y canto desde marzo», lamenta el teniente alcalde del Ayuntamiento, Rafael Valderas. «Además de estos escritos de protesta, en junio contactamos con la Consejería de Sanidad para informarles de las carencias, pero ni siquiera nos han contestado».
Cristina del Río, vecina
Fuentes de la Consejería de Sanidad aseguraron ayer que «no se ha cerrado ningún consultorio» y que todos los centros de salud rurales tendrán consulta presencial, pero la realidad es que los vecinos de Cervillego tienen el suyo sin servicio. Su única esperanza es que «nos traigan de nuevo al médico; lo que están haciendo con nosotros y con la sanidad rural es un crimen», se queja Dionisio Jiménez Gil, de 94 años. «Gracias a Dios durante estos seis meses no he tenido problemas de salud, pero mi mujer tuvo que ir al médico y nos tuvimos que buscar un medio de transporte para desplazarnos a Fuente el Sol después de intentar hablar con una máquina (el contestador automático de cita previa) durante una semana».
A las dificultades de los mayores para manejarse con el servicio de cita telefónica, se añaden los problemas de movilidad. «Es incomprensible que no tengamos atención en un pueblo donde el 80% de la población es muy mayor, sin posibilidad de desplazarse a otras localidades, censura Cristina del Río. «Además, con el tema de la covid las comunicaciones y los viajes no son tan fáciles de hacer».
Dionisio Jiménez, vecino
El quebradero de cabeza durante estos seis meses, además de esquivar la covid-19, ha sido «la máquina (el contestador de cita previa); bendita de Dios que no nos entiende, nos ha dado el confinamiento y nos lo sigue dando con el ambulatorio cerrado», critica Gloria Garrido, que durante estos seis meses ha sufrido múltiples problemas de salud. «Utilizar la máquina supone un quebradero de cabeza. En mi caso no aguantaba más los dolores y no me quedó otra alternativa que acudir a urgencias al Hospital Comarcal de Medina».
Hasta que se reabra el consultorio, los vecinos de Cervillego tendrán que armarse de paciencia con «la máquina dichosa» y resignarse a desplazarse a Rubí o Fuente el Sol. «No queremos eso, necesitamos que nos atiendan en el centro de salud como antes de la pandemia, con nuestro médico y nuestra enfermera».
Sacyl ha puesto en marcha una batería de medidas para rebajar la presión asistencial en Atención Primaria. Según sus datos, la atención telefónica es la más habitual, mientras que las consultas presenciales oscilan entre el 25% y el 30%.
Para desahogar esta labor Sacyl ha rehabilitado los equipos Covid-AP creados en marzo para atender telefónicamente a todas las personas con síntomas o contactos de pacientes infectados por coronavirus. Estaban formados por miembros de los equipos de Atención Primaria que después volvieron a su trabajo habitual. Ahora, informa Sacyl, «se van a volver a formar con los profesionales con los que se pueda contar, pero intentando no sustraerlos de los equipos», dados los problemas de falta de profesionales. Esta reorganización busca descargar de presión asistencial y burocracia a los sanitarios de los centros de salud. Así, atenderán a todos los usuarios que llamen a su centro sanitario y marquen la opción 0 (consulta relacionada con coronavirus).
Su labor es la de «orientar a las personas con síntomas, a los contactos estrechos con afectados, resolverán las dudas que se puedan plantear y podrán citar para el profesional más adecuado a un paciente que requiera asistencia para la realización de pruebas o seguimiento», explican fuentes de Sacyl.
Asimismo, destacan que atenderán también las llamadas de las personas que reciban una alerta en la app Radar Covid. Desde Sacyl se asegura que «todas las zonas están en ello» y que «el número de personas y el momento en que empiecen, depende de la situación de cada área. Algunas ya han comenzado a primeros de octubre».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.