No será este el año en el que las calles de Peñafiel se abarroten con el Chúndara. Tampoco en el que los amantes de la tauromaquia vuelvan a experimentar la adrenalina de esprintar delante de un toro. También será prácticamente imposible entonar desde el Paquito ... el Chocolatero a los últimos 'hits' del verano en las verbenas. Porque habrá fiestas en la provincia de Valladolid, sí. El medio rural venerará a sus patrones, pero a medio gas. Como el año pasado. En un intento por mantener el espíritu de sus festejos, de que sus vecinos –desde la responsabilidad– disfruten de unos días diferentes, los ayuntamientos han organizado un programa 'light', basado fundamentalmente el conciertos y juegos infantiles. Del mismo modo, han renunciado a actos que puedan despertar el interés de otros pueblos y se tornen en masivos, tales como orquestas. Nada de encierros ni procesiones, porque la normativa covid de la Junta así lo impide.
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Los mismos alcaldes lo aseguran y las cifras que maneja la Delegación Territorial en la provincia lo confirman: apenas habrá toros este verano en territorio vallisoletano. En lo que va de temporada y hasta el 4 de agosto, miércoles, se han autorizado dieciocho festejos taurinos en doce localidades. La mitad son peticiones para realizar concursos de cortes y el resto, capeas, corridas y novilladas. Aunque puede haber más, pues las solicitudes se deben realizar diez días naturales antes de la celebración del evento en cuestión.
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E. Esteban
Del mismo modo, los regidores de una veintena de pueblos que en los próximos días celebran sus días grandes coinciden en que, ante todo, lo importante es preservar y garantizar la seguridad tanto de sus vecinos como de todos aquellos que se acerquen al municipio a disfrutar de la festividad. Apelan al «cuidado y la responsabilidad» ciudadana para que el próximo año puedan llevarse a cabo unas fiestas al uso. Con su charanga, su verbena, sus toros y sus calles repletas de 'forasteros'. En La Seca, el primer edil, Gregorio Bayón, ha repetido «por activa y por pasiva» que no están permitidos ni los pasacalles con música ni las peñas. «No queremos disgustos. Este año tiene que ser así, pues lo acatamos; lo importante es la salud y garantizar que todos nuestros vecinos estén bien», sostiene, al tiempo que desgrana las actividades de las que disfrutan estos días: conciertos, hinchables y actuaciones para toda la familia.
El 15 de agosto es un día ineludible en el calendario festivo de media España. La jornada preferida para honrar al patrón o la patrona. En la que casi todo Valladolid está de fiesta. Pero este año, por segundo consecutivo, no podrá ser. Algunas celebraciones tan relevantes como las de Peñafiel –declaradas de Interés Turístico Regional– no serán ni la sombra de lo que habitualmente (y sin virus de por medio) son. Sus vecinos podrán disfrutar durante esos días de actividades musicales «en espacio acotado y con aforo, además de otro tipo de actos», pero no habrá nada de «lo tradicional», como se refiere su alcalde, Roberto Díez, al Chúndara, los toros y las verbenas. «Nuestras actividades propias no se pueden hacer porque no son autorizables; en otros pueblos tienen las plazas fijas, pero la nuestra es distinta, se pone el ruedo y no se puede», argumenta, al tiempo que anticipa que se reforzará la seguridad y vigilancia policial durante el 'no Chúndara'. «Hemos pedido ayuda a la Subdelegación para reforzar efectivos para evitar que alguien organice la fiesta por su cuenta», añade. Ante la imposibilidad de llevar a cabo encierros, Tudela apuesta por un concurso de cortes y un concurso de la capea, además de teatro de calle y los conciertos de los populares Dvicio y Demarco Flamenco.
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Juegan con la baza de que aún queda «bastante» para celebrar sus días grandes, y precisamente por eso los pueblos de Valladolid que cierran la temporada de fiestas de verano aún no han decidido qué harán durante sus festejos.
Mayorga, por ejemplo, no moverá ningún hilo «hasta finales» de agosto. Su alcalde, Alberto Magdaleno, reconoce que todo lo que planteen ahora tiene un recorrido limitado. Honran a Santo Toribio de Mogroviejo el 27 de septiembre, y hasta entonces el escenario puede variar «mucho». «Estamos un poco a la espera de cómo quede todo, como tenemos bastante margen no es algo que nos preocupa», explica el regidor, quien anticipa que «haremos todo lo que se nos permita».
En Olmedo, que celebra la festividad de San Miguel y San Jerónimo a finales de septiembre, las sensaciones son similares. Su regidor, Alfonso Centeno, desvela que la base sobre la que se está trabajando es de que sean unas «fiestas normales». Más adelante, en función de lo que dicte la normativa, se dará o no marcha atrás en lo inicialmente previsto. Donde también veneran a su patrona, la Virgen del Rosario, a finales de septiembre es en Mojados. El alcalde, Adolfo López, se muestra prudente sobre las actividades que se llevarán a cabo en el municipio vallisoletano. «Depende de tantos factores... Hay mucha incertidumbre, pero no renunciamos a nada».
En Rueda no entienden unas fiestas sin toros. Son la esencia, y como la normativa impide celebrar encierros, ni tan siquiera habrá festejos. Sí actividades «variadas y para todos los públicos», pero bajo el paraguas de «semana cultural». Así lo explica su alcaldesa, Dolores Mayo, quien admite que es «un palo» renunciar por segundo año consecutivo a los eventos taurinos. «Hemos preparado espectáculos, hinchables, monólogos, deporte... De forma que todos los días habrá algo, pero estamos en una situación muy rara y nos hemos limitado a lo que estamos seguros que se permite», apunta, mientras justifica que no habrá orquestas porque «no es algo para estar sentado». No habrá procesión, sí misa, y mantendrán la tradición de entregar el bastón de mando a la Virgen.
Portillo sigue esta misma línea y «a nivel taurino no haremos nada». Su regidor, Juan Antonio Esteban, cuenta que «los encierros mixtos, que es lo que tenemos tradición, no podemos hacerlos, así que centraremos las fiestas en actividades culturales».
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Habrá «algo de toros», por ejemplo, en Boecillo. Su alcalde, Raúl Gómez, anticipa que las fiestas serán «más fiestas» que el año pasado, aunque aún estarán lejos de cómo eran antes de que la covid pusiera todo del revés. «Hemos preparado conciertos como ya hicimos en 2020 y habrá toros, previsiblemente un concurso de cortes porque nuestras instalaciones no dan para hacer una novillada», asevera.
También está previsto un concurso de cortes en Pollos, así como rejones y conciertos musicales. «Poco más haremos; somos muy taurinos y hemos hecho lo que hemos podido, y es que verbenas, para estar sentados...», argumenta su regidor, Javier García. En Alaejos ya está todo cerrado. Habrá tres espectáculos taurinos en la plaza de toros –concurso de cortes, novillada y rejones–, conciertos musicales y fuegos artificiales para poner el broche a los días festivos. Pedrajas de San Esteban es otro de los municipios en los que habrá toros. Las «buenas condiciones» de sus instalaciones, concreta el alcalde, Alfonso Romo, les permitirá celebrar dos novilladas y un concurso de cortes. «Hay afición y cumplimos con la normativa. ¿Por qué no hacerlo?», se cuestiona, mientras afirma que, como en el resto de la provincia, habrá música y juegos para niños y mayores.
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Asimismo, en Ataquines se subirán también al carro de los concursos de cortes. «Lo tenemos reservado con opción de suspenderlo hasta el día anterior», indica el primer edil, Héctor Arroyo. Habrá dos orquestas, que exhibirán sus formatos adaptados a la covid, pero ninguna será el sábado por la noche «para evitar aglomeraciones y que la gente venga al pueblo».
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