Encierro, capea y procesión en Peñafiel

Después de tres intensos días, de vivir un puente de masiva afluencia, de retomar las fiestas de Peñafiel con muchísimas ganas y con gran intensidad, este martes tocó rendir honores y festejar a quien las da sentido, San Roque, patrono de los festejos.

Tras un encierro y una tranquila capea matinal, fue el momento de marchar pronto de los toros a casa para vestirse para la ocasión y, de esta forma, con la debida formalidad, acudir a la iglesia de San Miguel de Reoyo donde a las 12:30 horas estaba programada la misa en honor de San Roque. Misa que estuvo amenizada por el sonido del órgano de este templo, música que interpretó la organista peñafielense Gema Martínez.

Finalizada la eucaristía comenzó la procesión con repique de campanas, procesión a cargo de los miembros de la cofradía del santo y acompañada también por las autoridades municipales y los vecinos.

La imagen del santo que, como es tradicional, lucía rosquillas de palo y un hermoso racimo de uvas negras, fue portado en andas, tanto por hombres como por mujeres, que se fueron alternado en la tarea durante el trayecto, un buen paseo por el centro de la localidad durante el cual se bailaron jotas acompañadas por música de dulzaina a cargo del grupo de dulzaineros Villaolid.

El estandarte de la cofradía presidió la comitiva, acompañada, igualmente, por el pendón de localidad y por los directivos de la cofradía que portaron las respectivas varas cofrades. A la llegada a la plaza del Salvador se realizó una parada para tomar un vaso de limonada y unas pastas, así como un poco de jamón. Asimismo, en ese enclave esperaba una réplica, de gran tamaño, del santo.

Por Derecha al Salvador se reanudó la marcha en dirección a la Plaza de España donde, a la entrada, un niño fue alzado por dos adultos para que colocase el típico pañuelo festivo peñafielense en el cuello de San Roque, santo que fue muy vitoreado a su paso por el céntrico enclave.

De ahí la comitiva enfiló la calle Derecha al Coso para llegar a la plaza del mismo nombre, donde se celebran los festejos taurinos, y donde se pidió la intercesión del santo patrón para que estos festejos discurran sin incidencias. De esta singular plaza la procesión se dirigió de vuelta a la parroquia de San Miguel de Reoyo donde se danzó la última jota ante el santo patrón.

El segundo encierro de las fiestas discurrió con absoluta normalidad. La manada llegó a la plaza del Coso disgregada, como sucedió en el primer enchiqueramiento, pero sin perder hilo ni velocidad las reses. Los huecos entre los diferentes grupos facilitó a los mejores corredores realizar carreras más lucidas, con la calle limpia por los primeros animales en abrir brecha. Carreras a elevado ritmo delante de los astados, pues al igual que el domingo, la velocidad impuesta por bueyes y toros fue alta. La capea posterior, con la tradicional suelta del toro por dentro y por fuera del ruedo, discurrió sin que se produjesen percances. Lo que sí se notó fue un descenso de público.

La jornada empieza con el tercer encierro, el cual comenzará a las 09:30 y dará paso a un nueva capea popular con la tradicional suelta de toros por dentro y fuera del ruedo en la plaza del Coso. Por la tarde habrá oportunidad de disfrutar de un nuevo Chúndara, del último de las fiestas, que empezará a las 17:00.

A su llegada a la plaza del Coso se celebrará una corrida de rejones protagonizada por Sergio Vegas, que reaparece, y Mario Pérez Langa. Lidiarán tres novillos toros. A continuación, una nueva capea al estilo de Peñafiel.

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