Un segundo Chúndara más tranquilo

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Agapito Ojosnegros Lázaro

Este martes volvieron a profesar, en tiempo y forma, y a las cinco en punto de la tarde ya estaba preparada una buena comitiva de danzantes para recorrer los 550 metros que separan la plaza de España de la del Coso.

Lento y cadencioso el pasacalles discurrió hasta desembocar en el Coso con el agua refrescando, desde los balcones, una tarde no muy calurosa. Se notó el descenso de temperatura, pero no las ganas de mojarse hasta salir empapados.

Casi dos horas después de su arranque, el Chúndara cruzó el arco del corro accediendo la plaza del Coso, donde se dio la preceptiva vuelta al ruedo, tras la cual, y con permiso de la autoridad, comenzó el festejo taurino de la tarde, esta vez, un concurso de cortes con lo más granado del panorama, la élite del toreo a cuerpo limpio.