El paso de carretera donde murió el taxista de Peñafiel carecía de salvacunetas

El siniestro tuvo lugar entre Pesquera y Valbuena de Duero, en el punto kilométrico 34 de la VP-3001. Una carretera de titularidad provincial que es además una de las vías con más tráfico de la provincia. «Catalogada de tipo A, ya que por ella pasan unos 4.000 vehículos de forma diaria. Se trata de una zona en la que continuamente se están haciendo mejoras, tanto de firme como para mejorar la seguridad vial, porque es una de las grandes vías de comunicación», señala García.

La Diputación de Valladolid fue en 2013 una institución pionera en la instalación de salvacunetas con el método 'Crossafe': se trata de un entramado de vigas de hormigón instalado a los lados de los accesos a tierras o caminos, que logran reducir las consecuencias de la salida de la vía de un turismo los puntos que cuentan con este sistema instalado. Por entonces se hablaba del «método más completo», pero con el paso del tiempo se ha optado «por otras formas mejoradas que han mostrado mayor eficacia», afirman desde Diputación. Por lo que los sistemas 'Crossafe' han quedado como método de 'stock' que se instala de forma residual y en tramos de menor afluencia de tráfico.

Calculan desde la institución que, «en todas las carreteras de la provincia se han instalado desde entonces unos 1.350 sistemas salvacunetas» para evitar la salida de los vehículos en caso de accidente, uno de los principales motivos de siniestralidad mortal en carretera.

Desde hace algo más de tres años el sistema ha cambiado. Eliminan los puntos de acceso que carecen de sistemas seguros por salvacunetas que hacen que el coche en caso de que se salga de la carretera se vaya deslizando por la cuneta, de varias formas. «Se instalan sistemas de protección que se meten unos cinco metros hacia el interior de la parcela evitando el impacto directo contra el hormigón, o en el caso de taludes o terraplenes se construyen los picos de flauta, que son la mejor opción», explica García.

Se trata de muretes de hormigón «más resistente» cubiertos o protegidos con una rejilla metálica que minimizan el riesgo en caso de impacto. «Como última opción estaría el sistema 'Crossafe', aunque los motoristas hablan de la probabilidad, por muy pequeña que sea de que la rueda quede encajada entre las vías de hormigón», argumenta el técnico.

De media instalan unos 150 sistemas salvacunetas (con preferencia por los mencionados picos de flauta) en las carreteras provinciales y mantienen una inversión de forma anual de unos 150.000 euros que salen de las arcas de la institución. «Incluye todas las actuaciones que requiere una carretera como mejora de señalización o mejora de pavimentación aunque una parte importante de la partida se va en la instalación de estos salvacunetas y en la implantación en carretera de badenes o 'guardias tumbados' para inducir a los conductores o chóferes a reducir la velocidad de su vehículo».

La seguridad vial y la mejora de las carreteras de la provincia vuelven a estar presentes en los presupuestos de la Diputación de Valladolid, que destinará una partida de 200.000 euros a este fin.

De hecho, el Plan de Carreteras de la institución firmado en 2019 y con vigencia hasta 2031 contempla la instalación de estos sistemas que protegen en caso de accidente. «Seguiremos trabajando para mejorar, porque el objetivo es eliminar todos los accesos sin protección y sustituirlos por las mejores opciones en unos diez años», asegura García, quien aclara además que todos los pasos que dan a caminos de titularidad municipal cuentan con estos sistemas. «Al igual que se exige desde hace años a los labradores que los instalen cuando se hace un acceso a tierras o propiedades privadas».

Una de las últimas mejoras que llevó a cabo la Diputación en la VP-3001 (vía que cuenta con varios sistemas salvacunetas instalados por la institución) tuvo lugar en 2019, entonces arreglaron dos kilómetros de tramo entre Renedo de Esgueva y Pesquera. «Son intervenciones en las que se llevan a cabo mejoras integrales y en las que se aprovecha para eliminar también los pasos a camino, propiedades o tierras que no cuentan con la protección adecuada», añade García.