Los restos de pintura en el pantalón de Esther no se corresponden con los del coche de Óscar S.

El objetivo de los científicos del laboratorio era cotejar las partículas de pintura extraídos del paragolpes delantero del Volkswagen T-Roc y ver si se correspondían con los restos de una sustancia de color azul, posiblemente pintura, recuperados de la superficie del pantalón de la víctima por si pudieran tener el mismo origen. Los investigadores del caso partían de la base de la autopsia que sugería el atropello y consideraban factible que el vehículo de Óscar S. M., el último amigo en verla con vida, se hubiera visto implicado en el arrollamiento.

Pero no ha dado positivo el análisis pormenorizado de la composición de la pintura llevado a cabo por los integrantes del departamento de Química, en el que han empleado, entre otros métodos, un microespectrómetro óptico de comparación con fluorescencia y polarización. El cotejo de varias escamas de pintura gris obtenidas del paragolpes delantero del vehículo y las partículas sólidas azules ha dado como resultado que la pintura extraída del coche «no tiene las mismas características morfológicas que las partículas del pantalón de la víctima».

Tampoco la composición química y el color, respecto de las muestras recuperadas del pantalón de Esther, de manera que «no comparten un mismo origen», concluyen desde el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.

La instructora del caso, que recibió el pasado 24 de junio el informe que se vio obligada a reclamar a la UCO porque el fiscal detectó que no estaba en las actuaciones, tiene también ya la respuesta a la providencia por la que ordenaba al responsable de la Unidad que le diera explicaciones por las 'filtraciones' de uno de los informes relativos a las fibras encontradas en las manos de la víctima y, por extensión, las que se vienen produciendo desde enero y antes de que se levantara el secreto de sumario. El coronel Alfonso López Malo, en su respuesta, se desmarca de que dichas 'filtraciones' hayan salido de la UCO y apunta que «se desconoce» el motivo de la aparición de esos datos en prensa los días 16 y 17 de junio. Sostiene que dicho informe fue entregado «por agentes de la investigación, el día 15, a una funcionaria del juzgado». Y concluye que «tales hechos no hacen más que perturbar y dificultar el normal desarrollo de la investigación sobre la que está la UCO» y defiende que esta «mantiene un esfuerzo notorio y una elevada implicación para su correcta resolución y lograr el esclarecimiento de los hechos».