Desafiando al calor asfixiante, pero deseosos de disfrutar al máximo de sus fiestas. Así vivieron este sábado los vecinos de Íscar la segunda jornada de sus festejos populares. El día arrancó pronto, a las 7:00 horas, con el pasacalles de Las Mañanitas. Dos horas ... después hubo una degustación de sopas de ajo –de la mano de la pena El Abuelo– y, seguidamente, tomaba el relevo la Asociación Musical Iscariense (AMI) con una diana por las calles de la localidad.
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A las diez de la mañana tuvo lugar el segundo encierro urbano, con seis novillos de la ganadería pacense El Cahoso. Fue rápido, y los astados apenas emplearon tres minutos en recorrer los 900 metros que separan los corrales de San Miguel de la plaza de toros. Se saldó sin incidencias. La segunda jornada festiva se completó con un vermú musical, una piñata de globos para niños y, ya por la tarde, se celebró el único festejo taurino formal programado, una novillada con picadores.
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