Será un elemento más en la investigación. Y será importante. Ya lo fue este domingo, en pleno operativo de búsqueda por todos los rincones de ... la zona, cuando los vecinos de Villamarciel y San Miguel del Pino detectaron que faltaba ese cable y que un árbol de la zona tenía una muesca producida al ser arrancado. Precisamente, sirvió para conocer el punto exacto en el que se hallaba el ultraligero siniestrado este fin de semana en el río Duero.
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Desde ese día y tras el impacto, el cable, que según los más veteranos de la zona y un agente medioambiental se utilizaba principalmente «para conocer el aforo del río», ha permanecido enganchado a la aeronave, lo que ha propiciado que la corriente no lo desplazara aguas abajo. Un día más tarde, la delegada del Gobierno afirmó que ese mismo elemento «tuvo mucho que ver en el accidente».
Y así lo constató la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (CIAIAC) este miércoles cuando recibió de mano de los GEAS de la Guardia Civil una muestra de diez metros. De hecho, la primera labor fue fotografiar todos los detalles para documentar e iniciar la investigación junto al ultraligero ya extraído del Duero.
Antes de llevar el cable hasta la orilla, los GEAS, radial en mano, lo cortaron y consiguieron liberar el ultraligero en el que viajaban Beatriz Cantos y Guillermo Álvarez.
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