Miguel y Maura con parte de su gran familia. A. O.

Valladolid

Maura y Miguel celebran sus 74 años de casados en Castrillo de Duero

El longevo matrimonio ha recibido el homenaje y el cariño de su gran familia

Lunes, 30 de diciembre 2024, 07:46

Que el día 28 de diciembre sea el de los Santos Inocentes es anecdótico, y, en tal caso, no hace más que convertir esta fecha en un día aún más señalado en la vida de Maura y Miguel, una fecha imposible de no recordar, pues, ... lo que realmente hace que sea una jornada tan relevante en sus vidas es el hecho de que un 28 de diciembre de 1950 -hace 74 años- contrajeran matrimonio en su pueblo natal, Castrillo de Duero, Valladolid. A veces las circunstancias hacen posible estas coincidencias.

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A un año de cumplir las bodas de brillantes, Maura Martín Basto (96 años) y Miguel Sanz Marcos (95 años) reciben este sábado el cariño y el homenaje de su familia, la cual está compuesta por 3 hijos, 7 nietos y 8 biznietos -más uno o una de camino-; además de los respectivos cónyuges y parejas. En total 28 invitados se citan en Herrera de Duero, en el Mesón Asador Casa Pedro, para esta celebración tan entrañable como poco frecuente. Una ocasión perfecta para reunir a toda la familia y festejar también la Navidad, pues debido a la dispersión geográfica de sus miembros no es fácil congregar a todos. De esta forma, este aniversario reúne a miembros de una amplia familia que se reparten por Burgos, Salamanca, Córdoba, Fuerteventura o Suiza, algunos de los enclaves donde residen los descendientes de Maura y Miguel.

Como explica Marta Ruiz, una de las nietas, «mis abuelos proceden de familias humildes, y con mucho esfuerzo pudieron dar carrera a sus hijos». Siendo adolescentes se hicieron novios y, apenas alcanzada la veintena, se casaron con cierto apremio para emprender un trayecto vital que todavía les mantiene unidos, concretamente en Parquesol, barrio vallisoletano donde residen de forma autónoma, con tan solo una pequeña ayuda en el hogar por parte de una persona que les asiste. «Mi abuela es superindependiente, lo quiere hacer siempre todo y le cuesta mucho delegar y mandar. Creo que es lo que le da la vida también».

«Tras vivir unos años en Castrillo de Duero, y hasta que mi abuelo se fue a hacer la mili, ya casado, se fueron a Bilbao, porque allí mi abuelo tenía más posibilidades a nivel laboral. En Bilbao estuvieron nueve años y luego se vinieron ya a Valladolid, cuando mi madre cumplía los 12 años. Mi abuelo se metió a trabajar en la Renault y hasta ahora han vivido en Valladolid». «Mi abuela lo que ha hecho siempre ha sido trabajar en la casa, y en alguna casa aparte también; además, mi abuela siempre cuenta que ella ha llevado la economía del hogar. Mi abuelo ha sido muy trabajador y mi abuela muy ahorradora, por lo que han hecho muy buen equipo y han conseguido así sacar la familia adelante».

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En cuanto al secreto o la fórmula para mantener una relación tan longeva, tal y como señala la nieta, «mi abuela dice que paciencia, que mucha paciencia. Y mi abuelo comenta que sentir admiración por el otro». «También se comunican un montón, hablan mucho entre ellos siempre. Y quererse, lógicamente».  «A mi abuela lo que más le gusta de mi abuelo es su inteligencia, y a mi abuelo de mi abuela, según dice él, todo; aunque le hubiese gustado que hubiese tenido más temperamento. A lo que mi abuela le contesta que entonces hubiesen reñido más», comenta Marta con humor.

A pesar de toda una vida viviendo fuera del pueblo, el vínculo con Castrillo de Duero Miguel y Maura lo mantienen, localidad de la comarca de Peñafiel «donde de vez en cuando se acercan». Vínculo que, por extensión, también mantiene la familia al completo. «Aunque están mayores, sí que suelen ir alguna vez: por las fiestas o en mayo; en agosto o septiembre también. Suelen ir porque mi abuela tiene también familia en Olmos de Peñafiel, donde se suelen juntar de vez en cuando». «La familia siempre hemos ido a Castrillo. Yo estoy deseando volver, tenemos mucho cariño al pueblo. A mí me encantaba ir en fiestas, ahí hice un montón de amigas», reseña Marta.

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El regalo especial de este año para Miguel y Maura va a ser una fotografía con todos los biznietos, por primera vez juntos, una imagen que no tenían y que a partir de ahora podrán colocar en el salón de su casa.

Y no menos especial es el regalo que para la familia supone este encuentro motivado por el aniversario de bodas, así como la satisfacción de su abuela al tenerlos a todos juntos. «Siente orgullo porque, además de que todos hemos conseguido muchos éxitos, a nivel de familia somos buenas personas», le ha comentado Maura a Marta. »Sobre todo eso, me quedo con el orgullo que sienten ambos, porque es grande», resalta la nieta.

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Miguel es un apasionado de la poesía -la cual recita de memoria, o pide a su mujer que se la lea, pues ahora tiene problemas de vista-, mientras que Maura es una mujer que está muy pendiente de la actualidad informativa. Incluso cuando cocina -algo que siempre le ha gustado- también aprovecha para escuchar la radio y mantenerse puntualmente informada de todo, lo mismo que hace cuando enciende el televisor para seguir distintos programas de actualidad. Además, la veterana pareja mantiene su rutina diaria: salen a la calle juntos a hacer la compra o a estar un rato en el parque, a dar un pequeño paseo y, a veces, a acercarse a misa.

Este sábado, 28 de diciembre, la familia Sanz Martín muestra todo su afecto a Miguel y Maura con una gran celebración y reunión que rubrican con una buena sobremesa, todo un ritual familiar. Una agradable tarde de tertulia en la que conocer a los nuevos miembros y en la que intercambiar vivencias y muchos buenos recuerdos y momentos, y en la que felicitar, muy especialmente, a los novios por su 74 aniversario emplazando a todos para la celebración el próximo año de las bodas de brillantes.

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