José Fernández cumple 100 años en Boecillo: «He trabajado en una gasolinera sin tener carnet de conducir»

«En mi vida ha sido primordial, trabajar, comer y descansar», explica José Fernández, minutos después de soplar la tarta con las velas de los 100 años. Toda una vida dedicada al trabajo que no le ha permitido «ir de bares». Su vida laboral comenzó en Laguna de Duero vendiendo y al poco tiempo se vino a vivir a Boecillo con su mujer Araceli. «A mis suegros les dieron la oportunidad de construir unas viviendas en un terreno de aquí y nos vinimos», explica.

A los tres meses de instalarse en Boecillo «el municipio tuvo elecciones. Y antiguamente en las Hermandades de Labradores se elegía un concejal del mundo del campo y me eligieron a mi. Así que también he sido concejal», apunta el centenario. También trabajó en la gasolinera del municipio donde asegura «haber pasado miedo»: «En aquella época era muy común que robaran en las gasolineras y atracaran allí. Hacía unos meses que habían matado a uno en una gasolinera de León y yo pasaba miedo cuando tenía que estar allí solo, muchas veces me llevaba a amigos conmigo para estar acompañado».

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Las anécdotas durante estos 100 años se cuentan por centenares, como la edad, y los hobbies de José Fernández son tan variados como originales. «Trabajé en una gasolinera y nunca he tenido carnet de conducir. Me acuerdo que al principio casi no sabia ni donde se echaba la gasolina. La primera vez que atendí a un cliente me pidió 1.000 pesetas y le eché 10 más porque no calculé bien», explica entre risas.

«¿Quién crees que tiene mayor número de habitantes: China o La India?», pregunta el centenario en un alarde de conocimientos geográficos y demográficos. «Por supuesto que La India, por mucho que la gente se piense que los chinos son más», argumenta entre risas. Si con algo mata el tiempo José Fernández es con los libros. «Se los devora», explica su nieto Alonso S., que estudió Geografía y Ordenación del Territorio. «Me gusta leer por el día porque hay luz natural si no ya casi no puedo porque me cuesta ver las letras. Leo de todo pero los atlas me encantan», confiesa.

José Fernández ha sido el primer presidente de la Asociación de Mayores de Boecillo y «hemos viajado por toda España, nos lo pasamos fenomenal». «Guardo muy buenos recuerdos de aquella época, íbamos cantando en el autobús y todavía recuerdo algunas canciones», esboza el centenario a la vez que demuestra su memoria musical cantando una de las canciones de la época. Entre los recuerdos que Alonso S., el cuarto de los cinco nietos, guarda con más cariño se encuentran «los cuentos del abuelo». «Nos pasábamos aquí muchos veranos y recuerdo con mucho cariño a mi abuelo en la huerta. Siempre nos contaba cuentos y aún se acuerda de muchos de ellos. Tiene una memoria sorprendente», explica el nieto de 25 años.

A día de hoy solo toma sintrom y un anticoagulante por un problema grave que tuvo en el corazón hace años. «Los médicos no se explican medicamente como pudo salir de esa, pero es que el abuelo es de acero», presume orgulloso su nieto Alonso S.. «Echo de menos la huerta porque me ha ayudado mucho durante casi 55 años. He sacado de ahí tomates de hasta un kilo y medio. Me encantaba estar allí», finaliza el centenario que espera volver a atender a El Norte de Castilla dentro de un año cuando los 101 años llamen a la puerta.