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Valladolid
Marzo no ha sido tan lluvioso como se piensa y este vecino de Campaspero tiene las cifrasMaría Pontes
Sábado, 29 de marzo 2025, 08:41
Enrique Arranz Veganzones sabe que el tiempo se mide en gotas, precisamente las de lluvia. Este vecino de Campaspero lleva 33 años recogiendo datos de ... las precipitaciones que caen en el municipio. Un pluviómetro situado en el patio de su casa es el único instrumento que utiliza para llevar ese registro. «Yo esto lo hago personalmente, no es nada oficial, pero lo hago porque me gusta y me apetece», afirma este hombre de 79 años.
El cielo de Campaspero tiene su propio cronista, y su pluma es un bolígrafo azul que escribe sobre hojas de papel amarilleadas por el tiempo. El año 1991 fue muy seco y esa sequía se alargaba a 1992. En Campaspero había muchas plantaciones de remolacha, una planta que necesita de regadío, y la falta de precipitaciones provocaba grandes pérdidas de cosechas y económicas. Enrique era agricultor y esa falta de lluvia le hizo empezar a preocuparse más por el clima de su pueblo y, «lo que empezó como gracia o curiosidad, se ha convertido en una costumbre».
Este año ha llovido mucho, pero para Enrique «no ha sido para tanto». Estos temporales no le asustan si compara los datos con los de 2018, cuando cayeron 808 litros por metro cuadrado, el máximo registro anotado por este vecino de Campaspero. Si equiparamos enero y febrero de este año con 2024, en ambos meses ha llovido menos que el año pasado en Campaspero: 105 litros por metro cuadrado en enero de 2024 frente a los 55 l/m2 del mismo mes en 2025, y 60 l/m2 en febrero de hace un año frente a 34 l/m2 de 2025. «En marzo he registrado aproximadamente 80 litros, es bastante pero cada mes tiene variaciones», asegura. Esta cifra solo la superan el mismo mes de 2001, 2013 y 2018, según sus registros.
«Yo lo recojo cada 24 horas, día a día. Antes de irme a dormir apunto todos los datos». Todos los días, entre las once y doce de la noche y ayudado por una linterna, Enrique sale al patio de su casa, coge su pluviómetro y mira la cantidad de agua que tiene. Después, busca la hoja de papel con el registro de ese año y lo apunta manualmente con su bolígrafo de color azul. Ese es el registro oficial: un taco de hojas, una por año, escritas con las curtidas manos de este vecino de Campaspero.
También tiene otros papeles en los que registra alguna estadística con los datos de todos estos años. Hojas manuscritas que reflejan la constancia de Enrique, que anota sus recuerdos en forma de datos y crea así la historia de sequías y bonanzas de Campaspero.
El pluviómetro está situado en un alto. Un hierro le sirve como base y se encaja en otro metal incrustado en la pared de hormigón del patio de su casa. Para cogerlo ha inventado un sistema con el que no tiene «ni que subir escaleras»: con un palo de escoba cortado por uno de los extremos, Enrique lo encaja en el hierro que sirve como base del pluviómetro, lo levanta y ya lo tiene entre sus manos. Un pluviómetro que tiene que vigilar si hiela «para que no se rompa porque se me han roto unos cuantos». El artilugio está igualmente vigilado por su mujer: «Cuando no está puesto el pluviómetro, mi mujer ya me dice que por qué está quitado», asegura este vecino de Campaspero entre carcajadas.
Una vez recogidos los datos de lluvia, el Ayuntamiento de Campaspero le ayuda a ponerlos en una tabla mensual que cuelgan en tablones situados en varios puntos del pueblo. «Siempre se comenta, me preguntan si va a llover o cuánto ha llovido», afirma.
Las inquietudes de Enrique no terminan aquí: «Desde que me casé, en el año 71, llevo un diario de todo lo que me pasa. Ahora he empezado a controlar las heladas y a registrar la temperatura de día y de noche». A sus 79 años, también anda en bici «hasta de noche», es presidente del Hogar del Jubilado de Campaspero y organiza excursiones para los más mayores. Un hombre inquieto y curioso, al igual que su costumbre de llevar al día las precipitaciones que caen en el municipio vallisoletano de Campaspero desde 1992. Y así, gota a gota, Enrique escribe parte de la historia de su pueblo.
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