Vasili Stefurak, ucraniano herido durante un encierro en San Román de Hornija. L. N.
Valladolid

La mujer del ucraniano herido en un encierro: «Echó a correr por instinto y el toro lo embistió»

Vasili Stefurak se recupera lentamente del grave traumatismo que sufrió en mayo al golpearse la cabeza con un bordillo durante las fiestas de San Román de Hornija

Laura Negro

Valladolid

Lunes, 25 de julio 2022, 00:24

El 1 de mayo será una fecha que Vasili Stefurak nunca olvidará, aunque le gustaría hacerlo. Aquel día se celebraba en San Román de Hornija la suelta del Toro del Hornija. 'Canario', con el guarismo 8, de la ganadería Rodolfo Gallego, salió muy bravo ... del cajón. A pocos metros de ser soltado, Vasili, de 43 años y de origen ucraniano, salió a cortarle. Corrió unos metros por delante del astado, hasta que este le embistió, sin llegar a cornearle. Vasili se golpeó fuertemente la cabeza contra un bordillo. Rápidamente fue trasladado al hospital de Medina del Campo y posteriormente al Hospital Clínico de Valladolid, donde permaneció en coma inducido, durante 26 días. Por delante le quedaba una larga recuperación.

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«Ha perdido la movilidad en el lado derecho del cuerpo. Tiene muchos dolores en la pierna y en el brazo», dice Lidia, su mujer, al otro lado del teléfono. «Está pendiente de comenzar la rehabilitación. Espero que eso le ayude a recuperarse del todo. De ánimo hay días que está más optimista y otros, en cambio lo lleva mal. Casi no puede andar y mucho menos subir escaleras. Hablar también le cuesta mucho, lo hace muy despacio. Necesitábamos una casa adaptada sin escaleras, para que mi hijo y yo pudiéramos moverle mejor, ya que necesita ayuda para todo. Por eso nos hemos trasladado a vivir a Toro».

«Mucho cuidado»

Vasili llegó hace 5 años a San Román de Hornija con su mujer y su hijo. En esta localidad trabajaba como peón agrícola. Su hija, de 22 años, que estaba a punto de casarse, reside en Ucrania. La boda ha quedado suspendida por la guerra y por lo que le ha ocurrido a su padre. «Vasili nunca antes había participado en encierros. Yo tampoco conocía esta fiesta, porque siempre había estado en Ucrania y allí no hay tradición. Él no pudo esconderse ni subir a la talanquera. Echó a correr por instinto y el toro lo atrapó. Solo pido que la gente tenga mucho cuidado para que no les pase lo mismo que a mi marido», concluye Lidia.

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