En jueves y con sombrero, así celebra el Corpus Peñaflor de Hornija

La Cofradía del Santísimo Sacramento y de la Misericordia de Peñaflor cumple 540 años de historia, tradición y devoción. Tal y como mandan sus estatutos, escritos en 1484, este jueves ha celebrado su fiesta grande, el Corpus Christi y lo ha hecho exigiendo a sus miembros una etiqueta muy concreta: traje oscuro, corbata y sombrero de ala ancha. Un precepto que los cofrades cumplen a rajatabla.

Los custodios del Santísimo Sacramento madrugaron mucho para celebrar este día. Tenían que preparar su altar para el paso de la procesión. Lo vistieron con los mejores ajuares, mantelerías y colchas. Sacaron brillo a los faroles, pulieron las varas y cepillaron sus sombreros. Las otras tres cofradías del pueblo —la Santísima Trinidad, la del Cristo de las Eras y la del Rosario— también montaron sus respectivos altares. Los vecinos estaban emocionados por cumplir un año más con esta tradición. «Es un sentimiento que llevamos muy adentro. Es una ocasión muy buena para hablar entre las diferentes generaciones del pueblo durante las comidas y en los cabildos», explica Jesús Real, secretario de la hermandad, compuesta por 46 custodios. «Hace unos años parecía que la costumbre se iba a perder, pero ha renacido con más fuerza gracias a la entrada de varios jóvenes».

La cofradía está gobernada por los 'varas', cargos anuales que se establecen por riguroso orden de antigüedad. El flamante Mayordomo fue Ángel Rodríguez, mientras que Regino Bazaco hizo las veces de Alcalde de Mayores, Christian Rodríguez fue Alcalde de Mozos, y Jesús Real, el secretario, ejerció también de Diputado. Durante la procesión, mientras el párroco del municipio, Juan José Calvo, portaba el Guión Sacramental bajo el palio, los cofrades, en señal de respeto, mantuvieron su sombrero bajo el brazo. Lo volvieron a lucir en sus cabezas al finalizar la procesión, en la que participaron también seis niños de comunión.

La importancia de cumplir con los estatutos de 1484 es una cuestión de honor para los cofrades. Para entrar en esta hermandad es obligatorio estar soltero (después de ingresar ya se pueden casar), ser mayor de edad y ser descendiente de cofrade. Este orgullo de pertenencia se refleja en la figura de los más veteranos, como Ovidio Real, de 94 años, quien ha servido a la cofradía con fervor durante más de siete décadas.

Por la tarde, se ofició el Santo Rosario, seguido de un cabildo para nombrar al mayordomo del año siguiente, honor que recayó en Eloy Yáñez, quien celebró la 'Enhorabuena», invitando a todo el pueblo a unas generosas viandas. El vino, que obligatoriamente tenía que ser blanco, fue pagado entre todos los cofrades, ya que así lo estipulan los libros de esta antiquísima hermandad. La fiesta en Peñaflor continuará durante los próximos días, con una misa de difuntos el sábado y la Octava del Corpus el domingo.

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