Análisis de los peritos de la defensa del T-Roc de Óscar S. El Norte

Muerte de Esther López

Los indicios de los peritos de Óscar S. que contradicen a la Guardia Civil

Uno de los informes encargados por la defensa del caso Esther López apunta a la imposibilidad de un atropello por la «escasa entidad» de los daños

Jenifer Santarén

Valladolid

Lunes, 17 de junio 2024, 06:49

«Del estudio de daños se comprueba como el Volkswagen T-ROC no presenta daños compatibles con un atropello a 45 kilómetros por hora». La primera de las conclusiones del informe de peritaje contratado por la defensa de Óscar S. es contundente con respecto a ... la implicación del vehículo del único sospechoso en la muerte de Esther López y contradice lo concluido por la investigación de la Guardia Civil, cuya principal hipótesis es que el sospechoso arrolló a la joven con su vehículo en las inmediaciones de su chalé de la urbanización de El Romeral.

Publicidad

Algo que los peritos contratados por Óscar -que han sido llamados a declarar en el juzgado el próximo 6 de septiembre junto a otros tres agentes del grupo GATO de la Guardia Civil y un perito de SEADA- no creen posible, en base al análisis del vehículo y a la comparativa efectuada con otros coches implicados en siniestros similares al atropello recreado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ERAT). Uno de los aspectos claves del informe encargado por la defensa es el análisis de la carrocería, tras las inspecciones realizadas en la Comandancia de la Guardia Civil durante los días 12 de enero y 9 de mayo de 2024.

Los peritos de la defensa apuntan a la «ausencia de daños en las principales piezas que componen la carrocería», con especial hincapié en «la parte más saliente del capó del motor y la rejilla, junto con el paragolpes delantero», punto en el que, según el ERAT, habría entrado en contacto directo el vehículo con la extremidad izquierda inferior de la víctima. Si esto se hubiera producido, en base a la «pequeña resistencia» y «deformabilidad» de las mismas, algunas de ellas deberían presentar daños «como por ejemplo la rejilla del radiador constituida en plástico» o el «capó».

El análisis de la carrocería revela que «nada permite concluir» que el investigado haya estado implicado en un atropello

El informe encargado por la defensa únicamente apunta a una «leve deformación del paragolpes en su unión con la aleta delantera», zona en la que habría impactado la espalda de la víctima, según la recreación del ERAT. Un desperfecto que califican de un «hundimiento mínimo». El peritaje no aprecia más daños en «aleta, capó o pilar derecho», a excepción de un «pequeño arañazo» en la aleta derecha, que achacan a la manipulación de los investigadores durante las inspecciones efectuadas al tratarse de una zona «fácilmente expuesta a rozaduras».

Publicidad

También descartan la existencia de daños en el retrovisor derecho, donde la joven podría haber sufrido un golpe al caer. Por lo que en base al análisis de la carrocería sostienen que «nada permite concluir que el investigado haya estado implicado en un atropello, según las características planteadas por los diferentes equipos de la Guardia Civil», debido a la «ausencia total de daños» y a la «escasa entidad de los apreciados» discordante con otros siniestros, en los que a «velocidades inferiores a 45 kilómetros por hora» se producen daños y deformaciones.

Comparación con otros atropellos

La escasa magnitud de los daños para la Guardia Civil podría explicarse al tratarse de un «atropello posiblemente a media-baja velocidad con un volteo de la persona atropellada por el lateral» y por la «restitución o elasticidad de los materiales» del vehículo. Pero para los peritos, ni la elasticidad de las piezas, ni la velocidad, en base al análisis de otros vehículos implicados en siniestros similares en cuanto a la velocidad y la posición del peatón, hacen posible que en un suceso de dichas características «no haya quedado ni una sola marca, deformación o daño», debido a la gran variedad de materiales y la configuración de las mismas.

Publicidad

Descartan también la posibilidad de que las piezas hubieran sido reparadas tras someter el vehículo a un medidor de espesor de pintura. Tras analizar todas las piezas que podían presentar daños por el atropello han confirmado que «el vehículo no ha sido reparado» dado que los valores arrojados por la máquina son atribuibles «al pintado en fábrica del vehículo y en ningún caso a un pintado de reparación».

Daños de nueva aparición

El análisis de la defensa también señala las discrepancias entre los distintos equipos de la Guardia Civil que analizaron el vehículo durante la primera y la segunda entrega. Tras la primera inspección realizada dos semanas después de la desaparición de Esther López, el Servicio de Criminalística apuntaba a la existencia de «un arañazo en la aleta trasera izquierda, rozadura con transferencia de pintura en la puerta delantera derecha y una arañazo en la puerta trasera derecha». Mientras que la Policía Judicial concluía en las diligencias que en el vehículo no se observaba «ningún tipo de desperfecto en la carrocería«.

Publicidad

En un segundo estudio llevado a cabo en abril de 2022, tanto el Servicio de Criminalística como el ERAT, percibieron nuevos daños «evidenciando grandes diferencias en los resultados», como una supuesta holgura en el faro derecho apreciada únicamente por el ERAT, que no ha sido objeto de análisis por los técnicos de la defensa al estar la pieza extraída del vehículo para en ambas ocasiones.

Para los investigadores de la defensa, la existencia de nuevos daños y la disparidad entre los distintos análisis podría explicarse por la «intensidad mínima» de los mismos, que hace que en muchos casos sean «imperceptible a la vista o al tanto», como un arañazo en el capó que no han localizado. Además argumentan la posibilidad de que los daños de nueva aparición sean posteriores al presunto atropello, ya que en los tres meses que separan las inspecciones realizadas «el vehículo estuvo en posesión de su propietario, pudiendo circular».

Publicidad

Un único borrado

La Guardia Civil apunta a una posible manipulación del T-ROC para borrar información sobre posibles errores o averías relacionados con el atropello, en base a las conclusiones de la diagnosis encargada a una empresa externa sobre dos errores presentes en la centralita que podían estar relacionados con «un intento no factible» de manipulación. Conclusiones que para los peritos de la defensa no están fundamentadas., ya que consideran que «no aportan datos» que respalden tales afirmaciones.

Según el informe aportado por la defensa, los defectos que presenta el vehículo «no guardan relación con un hipotético atropello» y no existe «justificación alguna» para apuntar al borrado de otros, más allá del hecho de que el T-Roc «no disponía de eventos o averías reseñables y vinculadas con un atropello». En su lugar sostienen la existencia de un único borrado de defectos en la unidad del motor, que se habría llevado a cabo cuando el coche «tenía 29 kilómetros» y que podría haberse producido antes de la entrega del vehículo de 'leasing' a su propietario.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad