Valladolid

Guardia Civil y Junta desmantelan la granja ilegal de Renedo y sacrificarán a las ovejas

En esta ocasión las cabezas de ganado no eran dirigidas hacia la nave en la que vivían hacinadas sobre montañas de estiércol y entre cadáveres de otras reses enfermas, sino a un camión especializado en el transporte de ganado, cuyo destino final será un matadero. Los animales, enfermos con sarna, serán sacrificados, en cumplimiento de una medida cautelar adoptada el pasado 10 de mayo por el Juzgado de Instrucción nº2 de Valladolid, que investiga al ganadero por un delito de abandono animal y por otro contra los derechos de los trabajadores, al haber empleado en la finca a un inmigrante sin contrato.

El operativo, que no ha finalizado hasta las 19:30 horas, dio comienzo a las seis de la mañana, cuando el personal del Seprona y del Servicio de Ganadería y Agricultura de la Junta de Castilla y León, se ha personado en la granja con una orden judicial para llevarse las reses, que no se encontraban allí, salvo una pequeña remesa.

«Ayer por la tarde las sacó y las metió varias veces y estuvo contándolas», explica Jorge Velasco, vecino de la granja, que sobre las diez de la noche lo vio salir con ellas hacia un páramo en la carretera de Villabañez, donde han permanecido al raso toda la noche. Allí se desplazaron los agentes de la Guardia Civil para convencer al ganadero de que entregara a los animales, que sobre las diez de la mañana han conseguido concentrar al rebaño frente a la granja, donde tenía que hacerse efectiva la orden judicial.

«Todavía no se cree la gente que se las vayan a llevar», comenta un comerciante que sale de una tienda de ultramarinos ubicada a escasos metros de la finca. Solo los propietarios de las casas colindantes y los vecinos que se acercaban a comprar el pan podían penetrar en el dispositivo de seguridad desplegado en torno a la granja. Unas siete patrullas de la Guardia Civil apostadas a ambos lados de la vía impedían el acceso a la zona en la que el personal del servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ordenaba la carga de las ovejas, en un camión con capacidad para unas 260 reses, en presencia de la hija del propietario.

Se pone fin así al calvario de los vecinos de Renedo, tras más veinte años conviviendo con la granja en condiciones de insalubridad, a pesar de que en 2015 le fuera retirada la licencia de explotación por parte del Ayuntamiento. Un derrumbe parcial de las instalaciones, que sacó a relucir la existencia de toneladas de estiércol, motivó la revocación del permiso. La decisión del Consistorio fue recurrida por el propietario en el Juzgado de lo Contencioso - Administrativo nº 3, que daba la razón en 2017 al Ayuntamiento y cuya sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en (TSJCyL).

A pesar de que la resolución judicial suponía que la granja carecía de licencia, no ha sido desmantelada hasta este martes, seis años después, pese a las constantes quejas de los vecinos por la insalubridad de la calle, el mal estado de los animales y los conflictos constantes por la actitud agresiva del propietario. El último episodio tuvo lugar la pasada semana, cuando varios vecinos trataban de alertar a un matrimonio marroquí, que acudía a comprar corderos, de que los animales estaban diagnosticados con sarna por los veterinarios de la Junta de Castilla y León.

Fuentes próximas a la investigación aseguran que el Seprona lleva con las actuaciones desde 2021 y que desde entonces las visitas a la explotación, de las que se daba traslado a Junta y Ayuntamiento, han sido constantes. Un informe de agosto de 2023, tras una inspección conjunta con el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, alertaba de las múltiples irregularidades -cadáveres, presencia de roedores y ovejas enfermas- por el deteriorado estado de las condiciones higiénico-sanitarias de la explotación y tras sucesivas inspecciones se abrían diligencias en el juzgado en marzo de 2024. Las mismas fuentes explican que el cambio en la legislación de Bienestar Animal ha sido lo que ha permitido investigar al propietario de la granja por un delito de abandono de los animales, dando lugar a la orden del juez de expropiación y sacrificio.

Por su parte el equipo de Gobierno local explicaba hace dos semanas mediante un comunicado que en febrero habían interpuesto una denuncia por maltrato animal y aducían la falta de competencias para ordenar el traslado y sacrificio de los animales, señalando a la Junta de Castilla y León.

La Dirección General de Producción Agropecuaria, dependiente de la Consejería de Agricultura y Ganadería, dio de baja la ganadería del Registro de Explotaciones en 2020 y en abril de 2022 ordenó el sacrificio de los animales, que no llegó a ejecutarse, debido a un «fallo administrativo» que había motivado un recurso del ganadero. «Debido a un complejo conflicto administrativo con el Ayuntamiento de Renedo de Esgueva no se había podido dictar esta Resolución que ordena, por orden judicial, el sacrificio y destrucción de los animales», precisaban este martes mediante un comunicado.