Un vehículo de la Guardia Civil apostado junto a la calle en la que se produjeron los hechos ayer. Álvaro Muñoz

La Guardia Civil mantiene la vigilancia 24 horas después del crimen para evitar 'vendettas'

Seis agentes supervisan la vía en la que murió un vecino y fue disparado un teniente coronel en la madrugada del viernes en Santovenia

Álvaro Muñoz

SANTOVENIA DE PISUERGA

Sábado, 2 de julio 2022, 14:18

No hay avisos, ni peleas. Es una vía a simple vista tranquila. Los inquilinos de la calle Alfredo Martín de Santovenia de Pisuerga, donde en la madrugada del viernes murió un vecino tras ser disparado con un rifle por un vecino y un guardia civil continúa en estado muy grave tras el impacto de un bala en su cabeza, pretenden volver a la normalidad «lo antes posible».

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Para tal fin aún tendrá que pasar varias jornadas, porque hasta seis agentes continúan custodiando el lugar del suceso ante posibles «represalias» de la familia de la víctima (Dionisio Alonso Pardo).

Los mensajes que mandaron ante los agentes el mismo viernes, en los que aseguraban que irían a por el presunto autor del disparo y sus hijas, tienen en alerta a los propios agentes, que esta mañana se mantenían a la espera de posibles altercados en el lugar del crimen.

Además de inspeccionar los aledaños y preguntar a varios vecinos, reinaba la tranquilidad. El domicilio (bajo A del número 8 de la calle Alfredo Martín) donde se atrincheró el sospechoso con un rehén seguía precintado y en el mismo bloque de 16 viviendas se veía poco trasiego.

Un agente de la Benemérita, controla el portal de la vivienda donde se atrincheró el detenido. EL NORTE

Por su parte, los vecinos del edificio pudieron pasar una noche tranquila después de que permanecieran doce horas en sus hogares tras atrincherarse el presunto autor de los disparos. «Hemos podido dormir», incidía uno de ellos tras bajar la basura.

«Estaba claro que lo vivido ayer iba a pasar. Esta calle, a pesar de que el alcalde diga lo contrario, es muy conflictiva», añadía.

Una frase que reafirma al asegurar que cinco de los dieciséis hogares están okupados o semiokupados. «El 30% de las viviendas del bloque están okupadas, al igual que en el resto de la calle. Nunca se ha querido hacer algo y ahora tenemos estas consecuencias. Hace tiempo que queríamos vender la casa y tras lo de ayer, lo tenemos más claro. No me atrevo a decir que sea peor que Las Viudas, pero es la situación que tenemos», concluye uno de los inquilinos.

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