Los pueblos plantan cara a los bancos: cancelan cuentas y escriben a la vicepresidenta Calviño

«Ya hemos entregado los documentos de todos los que estamos dispuestos a darnos de baja, aunque nos han dicho que va a ser complicado que no cierren, porque esta decisión entra dentro de los planes de reestructuración de la entidad con sede en Málaga pero no vamos a parar», comenta Javier Fernández, el alcalde del único pueblo que ya ha entregado de forma oficial las firmas de cancelación, pueblos como Villanueva aún las están recogiendo. «Desde Unicaja nos han dicho que podrían estudiar si incluyen la figura de un agente colaborador o alguien de la zona que se ofrezca para llevar el servicio», apostilla Fernández sin demasiada esperanza.

Saben que la unión hace la fuerza, por eso, mantienen el contacto los alcaldes de los ocho pueblos afectados de forma directa: Becilla de Valderabuey, Fuensaldaña, Montemayor de Pililla, Mucientes, Santovenia de Pisuerga, La Seca, Traspinedo y Villanueva de Duero (son los que contaban con oficina varios días a la semana) y a ellos se suman otros cuatro municipios que dependen del servicio bancario de pueblos cercanos como sucede en La Parrilla, Sardón de duero, Santibáñez de Valcorba y San Miguel del Arroyo.

No van a parar aun sabiendo que este viernes, 18 de marzo, Unicaja cierra de forma permanente en los citados pueblos. Siguen luchando. «Por eso, hemos encargado un informe al CEAS de Tudela de Duero para exponer la necesidad de este servicio en el medio rural, estamos organizando una concentración en la sede de Unicaja en Valladolid y enviaremos una carta a la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño», señala Fernández en representación de todos los pueblos.

En la misiva informan de lo que consideran una «decisión injusta y desproporcionada» y recuerdan que «recientemente vimos con satisfacción, como las entidades financieras se comprometían con la actualización del 'Protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca', donde garantizan la inclusión financiera y la atención personalizada de los mayores. Pues bien, con el cierre de estas oficinas entendemos que se está incumpliendo el protocolo al que ellos mismos se han comprometido, dejando a los ciudadanos sin ninguna atención bancaria, ni oficinas, ni cajeros automáticos», exponen en un comunicado que finaliza «con la esperanza» de que la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital pueda «convencer a las Entidades Financieras de la importancia de sus Servicios en el medio rural».

No es la única institución a la que han acudido. Desde la Diputación están trabajando en una declaración a nivel institucional que se presentará en el pleno de marzo para que se mantengan las oficinas en los pueblos de la provincia. «El cierre de entidades bancarias es un problema que se está extendiendo en pueblos cada vez más grandes y la Diputación apoya con medidas como la implantación de cajeros automáticos o el servicio de cajero móvil, entendemos que son medidas paliativas pero que no solucionan el problema», argumenta, el vicepresidente tercero de la institución, Agapito Hernández. Además, hacen un llamamiento a la colaboración de las administraciones a nivel estatal, regional y local y muestran «el apoyo total» a los municipios con el compromiso de la institución para tratar de buscar solución a los afectados.

Desde Unicaja recuerdan en los últimos días que este Plan de Cierres, «que no supondrá despidos», corresponde al proceso de integración de Unicaja Banco y Liberbank, «no es ninguna novedad» y destacan «el esfuerzo de la entidad para seguir prestando servicio en las zonas rurales con menos población a través de los agentes financieros». Según Unicaja, siguen manteniendo «una fuerte presencia» en la provincia de Valladolid y «en muchos casos, hemos sido la última entidad bancaria en mantener el servicio», añaden.

A partir de este viernes se dejará de prestar servicio presencial en ocho despachos, en Santovenia de Pisuerga, Mucientes, Fuensaldaña, Montemayor, Traspinedo, Becilla de Valderaduey, Villanueva de Duero y La Seca, aunque Fuensaldaña y Santovenia de Pisuerga mantendrán sus cajeros. Tal y como aseguran, desde la entidad están trabajando en la búsqueda de fórmulas de colaboración con las administraciones y agentes económicos y se está avanzando en la futura implantación de un servicio de atención remota así como la posibilidad de obtener efectivo a través de comercios en el ámbito rural.