La familia de Esther al principal sospechoso: «El tiempo te pisa los talones»

Trece meses sin Esther López. Su pueblo no la olvida desde que se perdiese su rastro la noche de aquel fatídico 12 de enero. La recuerdan a diario en conversaciones y anécdotas. Esther siempre está presente pero desde entonces su memoria está unida al dolor de asumir una injusta pérdida.

Este domingo vecinos y familiares han vuelto a reunirse para rendirle un sentido homenaje, para apoyar a su incansable familia y, sobre todo, para pedir justicia. La madre de Esther, Chus, sacó fuerzas para estar presente en el acto que sirve cada mes para recordar a su hija. El padre de la joven, Miguel, su hermana Inés, primos, tíos y familiares acudieron a la plaza Mayor del pueblo junto a decenas de vecinos y amigos, también efectivos de la Guardia Civil, que no quisieron perder la oportunidad de arropar a la familia.

Esta vez, en el acto intervino Susana Sanz, una de las primas de la joven fallecida, que empezó la intervención mandando un abrazo y todo el cariño a los familiares de Paloma e India. «Sabemos el dolor inmenso e inexplicable que se siente ante tal horror y no podemos por menos que tenderos la mano».

Susana ha agradecido también el gesto de Marisol Burón y su Asociación 'Marta Calvo Burón' por acercarse desde Valencia a Valladolid el pasado 15 de enero. «Estoy segura de que Marta y Esther ya están unidas ahí arriba».

La familia desea que estos actos acaben, pero han asegurado que eso solo sucederá «cuando la Justicia haya hecho su trabajo y quien te privó de estar entre nosotros cumpla con su debida condena. Entonces sí te lloraremos en la intimidad».

Durante el acto al que asistieron decenas de vecinos y amigos de la joven hubo más palabras dirigidas a Óscar S., el principal sospechoso de la muerte de Esther. «Con 35 años te tuvimos que enterrar porque él quiso que así fuese. Todos sabemos que ser libre no tiene nada que ver con ser inocente. Tiempo al tiempo», ha asegurado visiblemente emocionada Susana en nombre de la familia.

Antes de finalizar su intervención y con la voz entrecortada por las lágrimas ha asegurado que «nosotros iremos llorosos pero con la cabeza alta, tú irás envalentonado por fuera pero temeroso por dentro porque ese tiempo al tiempo se acerca y te pisa los talones».

El poeta local, Rubén Ruiz, intervino también en el acto para honrar la memoria de la joven, de la que ha destacado «su generosidad y su capacidad de no dejar a nadie atrás, una virtud que tienen muy pocas personas. Ella era así», ha dicho Rubén antes de leer 13 poemas, uno por cada mes desde aquel enero en el que Traspinedo sufre la trágica pérdida. Ruiz ha ido recopilado desde entonces todos los versos que reflejan el sentir del pueblo, rimas creadas como muestra de cariño a la familia que hablan del triste final.

«Las gentes van y vienen. Preguntan, maldicen, y asienten. Caminan hacia la plaza Mayor mes a mes con el corazón roto. ¿Quién contará a nuestros hijos que alguien asesinó la amistad y el amor, cegando el reflejo de la alegría para siempre?», dice uno de los 13 poemas dedicados a Esther.

El acto terminó una vez más con sentidos aplausos, con carteles alzados que la muestran sonriente, con la petición de justicia para Esther y con el deseo de que se resuelva el caso cuanto antes para que familiares, amigos y vecinos del pueblo puedan descansar.

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