La batalla judicial de Tinto Pesquera se encalla en EEUU

El fallo del tribunal estadounidense, dictado el 26 de enero, no es firme y los representantes legales de la sociedad muestran su disposición a recurrirlo, salvo que las negociaciones en curso por el control de la marca fructifiquen. La repercusión de la resolución varía en función de la parte que la valora. El abogado del bodeguero (la parte demandada en este caso) considera que el fallo, al margen de la futura resolución de los tribunales españoles, supone que «Alejandro Fernández mantiene la marca en Estados Unidos, no deberá abonar indemnización alguna a la sociedad y a su comercializadora» y, en teoría, podría vender allí su vino. La parte contraria, la de la sociedad (los demandantes en este caso), matiza que Alejandro Fernández «solo podrá vender allí su vino cuando la sentencia sea firme o se reconozca en España la propiedad de la marca (Tinto Pesquera)».

La cuestión de fondo se centra en saber si la marca pertenece a la sociedad Alejandro Fernández Tinto Pesquera o al propio Alejandro Fernández como persona física. Las dos partes, no obstante, coinciden en señalar que antes del final del año pasado acercaron posturas sin lograr alcanzar un acuerdo que sus representantes legales confían en poder cerrar ahora para poner fin a esta batalla familiar «aquí en España».

Los tribunales, pese a todo, mantienen abiertos un sinfín de frentes en torno a las bodegas fundadas en 1972 por Alejandro Fernández y su entonces mujer, Esperanza Rivera. Tanto el primero, junto a una de sus hijas, como la sociedad Alejandro Fernández Tinto Pesquera, a la que aún pertenece, pero que está bajo el control de su exesposa y de tres de sus hijas, elaboran entre tanto sus vinos en paralelo hasta que se resuelva no solo la cuestión de la titularidad de la marca sino también, entre otras, la de los derechos de vendimia de sus viñedos. La batalla legal sobre la titularidad de la marca, con epicentro en la jurisdicción española, se extiende no solo a Estados Unidos sino a otros países en los que se comercializan los tintos de la bodega fundada en Pesquera de Duero.

El último capítulo de esta guerra familiar lo rubricó un tribunal californiano, cuyo fallo no entra a la cuestión de fondo sobre la titularidad de la marca, por lo que acuerda que tal demanda no procede en este sentido y debe resolverse en el país de origen de la bodega. El caso continúa abierto.