Estado en el que encontró la Guardia Civil el piso en el que se escondían los detenidos por el presunto homicidio. El Norte
Sucesos en Valladolid

Los detenidos por matar al joven de La Cistérniga se escondieron un mes en un piso de Salamanca

R.A.S., presunto autor del disparo, y C.S.S., ambos ya en la prisión de Topas, huyeron el 1 de agosto hasta el barrio de Pizarrales para ocultarse en una vivienda

Álvaro Muñoz

Valladolid

Jueves, 1 de septiembre 2022, 21:48

Investigación abierta, pero con los principales sospechosos ya en el centro penitenciario de Topas. La Guardia Civil ha detenido en Salamanca a un hombre y una mujer (R.A.S. y C.S.S. de 42 y 33 años) como presuntos autores de la muerte de Brayan L. C., ocurrida en la madrugada del pasado 1 de agosto ... en las afueras de la sala de fiestas Cister Sunday (antiguo mesón La Tía Pepa) después de que la víctima recibiera un disparo el tórax. Unos arrestos que han llegado después de un mes y tras una investigación que se inició el mismo día del presunto homicidio y que ha finalizado, de momento, en el barrio salmantino de Pizarrales tras esconderse los dos implicados (uno como autor y otra como colaboradora) en una vivienda.

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Víctima y presunto autor del disparo, según la Guardia Civil, mantuvieron esa noche una discusión en el interior de la discoteca, continuándola en los aledaños de la sala de fiesta. En el exterior del recinto se escuchó un disparo, el mismo que supuestamente acabó con la vida de Brayan. Un impacto que aunque no vio aparentemente nadie, propició que al menos otras dos personas se acercaran para socorrer a Brayan y ver cómo un coche se alejaba del lugar del crimen. Esa descripción del vehículo, apoyadas en imágenes de la zona, ha sido vital para que los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial iniciaran una investigación que les llevó hasta el titular del vehículo y a la detención inicial de dos personas (un hombre y una mujer) por encubrir el presunto homicidio.

Dos arrestos que causaron que la Guardia Civil siguiera tirando del hilo. De ahí, la investigación se trasladó hasta Salamanca, concretamente hasta el barrio de Pizarrales, conocido hace décadas por el tráfico de drogas y delincuencia y que en los últimos años había ido eliminando ese estigma. En uno de los edificios de sus calles, se hallaban escondidos R.A.S. y C.S.S., por lo que el instituto armado pidió autorización judicial al Juzgado de Instrucción Número 2 de Valladolid, de guardia ese fatídico 1 de agosto. Al estar de vacaciones, el asunto de manera provisional se derivó hasta el Número 1, que solicitó a la autoridad judicial salmantina el permiso para acceder a la vivienda en la que se encontraban el presunto autor del disparo y su colaboradora.

Aunque inicialmente los dos implicados no opusieron resistencia, la operación para detener a R.A.S. y C.S.S. contó también con la colaboración de la Unidad Especial de Intervención (UEI) dados los antecedentes que atesoraba el principal sospechoso, así como las «medidas de autoprotección extremas».

Durante el registro a la vivienda, los agentes de la Guardia Civil hallaron también una pistola del calibre 9 milímetros corto (presuntamente la utilizada en el disparo que acabó con la vida de Brayan), gorras y tres terminales móviles aún sin analizar.

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Los dos implicados ya han pasado a disposición judicial, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por la muerte de Brayan.

Documentación falsa

Precisamente la muerte de Brayan, a sus 27 años, conmocionó a varios municipios de Castilla y León. Falleció en La Cistérniga, pero nació en Valladolid (pasó su infancia en el barrio de Huerta del Rey) y se fue a vivir a Aranda de Duero, donde nació su hija, con apenas 18 años. La vida de la víctima estuvo marcada por diferentes hechos delictivos, motivo por el que el día del disparo encontraron entre sus pertenencias documentación falsa que le hacía pasar por un ciudadano portugués al estar en busca por posesión de drogas y por posibles delitos de retención ilegal y prostitución.

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Su último encontronazo con los policías tuvo lugar el 17 de julio, en Aranda de Duero. Allí los agentes rescataron a una mujer que, al parecer, ejercía la prostitución y a la que el ahora fallecido retenía presuntamente contra su voluntad en una vivienda de la segunda planta de un edificio de la calle Puerta Nueva. La víctima, en un momento en el que se encontraba sola, logró pedir ayuda a gritos y porrazos que alertaron a los vecinos del inmueble.

Los testigos llamaron entonces al 091 y los agentes, gracias a la intervención de la escala de los Bomberos de Aranda, que desplegaron la escala, lograron acceder a la vivienda y rescatar a la mujer. Eso además de encontrar droga en el interior del domicilio, cuyo alquiler figuraba, al parecer, a nombre de Brayan.

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El caso es que el joven no pudo ser detenido entonces y por eso se emitió una orden de busca y captura por los presuntos delitos de trata de blancas y contra la salud pública, la misma orden que figuraba el día de su muerte.

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