Valladolid

Cuánto cuesta y qué se come en el Curioso, el nuevo restaurante con Sol Repsol

El ecosistema culinario vallisoletano cuenta con un nuevo sol alrededor del que orbitar. Ubicado en Peñafiel, el restaurante Curioso nació con la intención de «complementar la oferta gastroturística y cultural de la comarca» y, tras años de trabajo, en la útima actualización de la Guía Repsol han sido galardonado con uno de sus soles.

Para otorgar este premio se han valorado los proyectos «donde el cariño y el conocimiento del oficio crean un clima relajado y convierten cada mesa en un refugio en el que olvidarse de todo lo que no sea disfrutar». Al ojear el menú del restaurante se aprecia una gran flexibilidad a la hora de seleccionar la comida, apostando así por el deleite del comensal y sus gustos por encima de un menú más cerrado.

El menú comienza abriendo boca con un aperitivo de bienvenida ofrecido por la casa. Para continuar, el cliente tiene a su elección cinco entrantes de la carta con los que comenzar su viaje culinario. Las opciones abarcan desde un jamón de bellota con denominación de origen Guijuelo, pan de ajo y tomate, hasta un pan hokkaido con lechazo y chutney de uva. Dentro de esta horquilla también podemos encontrar platos como unas mollejas de lechazo al ajillo, croquetas de jamón, gyiozas de manitas de cerdo, boloñesa de corzo o arroz meloso con pato entre otros.

Tras superar los entrantes, el menú conduce hasta el mar, pudiendo elegir cualquiera de las tres opciones de pescados que sirven en el restaurante. Dos de estos platos dependen del pescado del día, puesto que es fresco, siendo la elaboración lo que diferencia ambas posibilidades. Una apuesta por la pera y cítricos mientras que en la otra se presenta con setas escabechadas. La elección fija es una raya meunière a la naranja.

El menú continúa con una elección de entre todas las carnes que conviven en la carta. Las piezas disponibles para degustar comienzan con un tartar de buey a la antigua en una tosta con nueces y pasas o un rabo de vaca acompañado de la salsa francesa 'bearnesa' y croisant. La carta prosigue con un solomillo ibérico wellington, un lomo de vaca larga madurado con patatas risoladas y un cuello de lechazo guisado con habas y queso Flor de Esgueva.

Llegado el postre, se repite el procedimiento habitual en el menú, teniendo que escoger cómo finalizar la comida con opciones como un hojaldre de manzana y vainilla y una pavlova con yogur y fruta de la pasión entre otros. Como colofón, se incluyen varios dulces de pequeño tamaño conocidos como 'petit four', tradicionales en la cocina francesa.

El coste total del menú se coloca en los 58€ por persona. Si se quiere regalar una experiencia completa, acompañada de una selección de los mejores vinos, el precio asciende hasta los 108€ por persona

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