Corneado un octogenario en el primer encierro de las fiestas de Medina

A las nueve de la mañana salieron desde los corrales de La Golosa seis toros y doce bueyes en dirección hacia el embudo de las calles medinenses. La manada avanzó tranquila, acompañada de numerosos caballistas que los arropaban, hasta que uno de los toros se separó del grupo y salió corriendo hacia los coches, mientras que otro se metió por la parte de atrás, junto a varios bueyes, dirección al embudo, circunstancia que generó mucho peligro para el público asistente.

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Finalmente, los caballistas pudieron reconducirle hacia la manada para posteriormente iniciar un arreón, aunque se dieron la vuelta cuando emprendían la entrada del embudo. Trataron de nuevo, más tarde, de guiarles hacia el casco urbano, si bien dos novillos se quedaron en la empalizada, lugar donde el ayuntamiento recordó recientemente en un bando que no es apropiado para espectadores. Fue en ese momento en el que un vecino de Medina del Campo de 83 años recibió una cornada en la zona inguinal (de unos diez centímetros, fue intervenido en la enfermería de la plaza de toros y más tarde recibió el alta) y otro hombre, de 51, resultó herido tras recibir un fuerte golpe en la espalda al caer de la talanquera.

No querían entrar los toros en el municipio, pese a la insistencia de los caballistas. Primero entró uno tras ser citado por un recortador y otro, a punta de garrocha de Pedro Caminero. Los otros tres restantes tuvieron que ser anestesiados por los servicios municipales, ante la peligrosidad que presentaban.

Una vez finalizado el encierro, se soltaron los dos toros y los bueyes desde el descansadero hasta la plaza de toros, donde se desarrolló una capea con cuatro toros de Núñez del Cuvillo sin ningún incidente.