Cuatro años y medio de prisión por robar en el chalé de su jefa en Aldeamayor
tribunales ·
El TSJ considera probado que el acusado invitó a la mujer a cenar mientras terceros 'limpiaban' por encargo la viviendaSecciones
Servicios
Destacamos
tribunales ·
El TSJ considera probado que el acusado invitó a la mujer a cenar mientras terceros 'limpiaban' por encargo la viviendaCuatro años y seis meses de prisión como autor de un robo con fuerza en las cosas en casa habitada es la condena que confirma el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León para el acusado de 'limpiar' por encargo el chalé adosado de ... su jefa. La Audiencia de Valladolid condenó a este acusado a esa misma pena que ahora ratifica el tribunal de apelación. Se considera probado que J. J. M. R., planeó y encargó el robo en el chalé de su jefa y amiga en Aldeamayor de San Martín, aprovechando la invitación que realizó a la víctima para cenar en una bodega en Fuensaldaña. El fallo contempla además una indemnización a la víctima en 120.000 euros por el dinero en metálico sustraído, 2.000 euros por daño moral y 1.850 euros por los bienes no recuperados.
Tribunales en Valladolid
La resolución considera que el testimonio de la denunciante es totalmente creíble y que lleva a la «conclusión inequívoca de que el acusado, aprovechando la relación amistosa que les unía y teniendo conocimiento, por ser gestor de la marcha de las clínicas y que la recaudación que generaban no se ingresaban en el banco y se guardaban en el domicilio de la mujer por la situación emocional y alteración psíquica por la que ella atravesaba, que determinaba que apenas saliera de casa», junto con el hecho de que sabía que la corredera de la cocina que daba al jardín no cerraba bien y que ese día el vecino no dormía en casa porque se había mudado, «consiguió que saliera a cenar con él, posibilitando el acceso al domicilio de terceros con los que se había puesto de acuerdo y con los que estuvo todo el rato en contacto para facilitar la ejecución del robo».
Efectivamente, la sentencia condenatoria se basa en el trasiego de llamadas «cruzadas» la noche de autos entre el condenado y sus cómplices, no identificados, durante la cena, dentro del «plan urdido para apoderarse del metálico y objetos de valor que su jefa tenía en su vivienda y que él conocía por la estrecha relación personal y profesional que mantenía con ella, facilitando así a los usuarios de estos teléfonos móviles que se desplazaron desde la comunidad de Madrid hasta Aldeamayor de San Martín la garantía de que ella no iba a volver al domicilio mientras que se encontraba cenando con él».
Durante el juicio, el procesado se declaró inocente y afirmó ante el tribunal que la propia víctima fue quien habría simulado el robo con el fin de reflotar las clínicas dentales que regentaba en la capital vallisoletana y Cáceres. El encausado, con domicilio en Madrid, había sido contratado por la denunciante como coordinador de sus clínicas dentales en ambas localidades y se trasladó el día del 7 de diciembre de 2019 hasta la vivienda de su jefa en la Urbanización Golf de Aldeamayor. Los dos salieron a cenar esa noche a una bodega de Fuensaldaña y de regreso se encontraron con la casa desvalijada.
Pese a que en un registro posterior en su vivienda de Madrid, casi un año después, la policía se incautó de parte del botín, los relojes y otros efectos, el acusado alegó que el dinero procedía de cuatro clínicas dentales que explotaba conjuntamente con su marido en la capital de España, así como de las rentas por el alquiler de cinco viviendas de su propiedad en Almería y de una indemnización recibida tras sufrir él y su pareja un accidente de tráfico. También identificó como propios los relojes y un neceser marca Louis Vuitton «falsos» que él y su esposo habían adquirido en Marrakech, al tiempo que atribuyó a una herencia de su fallecida madre un reloj antiguo que también había en su piso de Madrid.
«Todo lo que había en nuestro piso es nuestro», insistió J.J.M.R, quien a lo largo de su interrogatorio vino a decir que todo obedecía a una simulación de robo de la propia víctima con la única intención de cobrar del seguro y reflotar sus clínicas dentales. «Me contrató porque sus clínicas tenían un gasto mensual de 100.000 euros y no daban más que 40.000», indicó J.J.M.R, quien explicó que cobraba al mes 4.000 euros netos y que su jefa dejó de pagarle tras el robo. «Cuando se enteró de que el seguro no cubría el robo cambió su relación conmigo, dejó de pagarme las nóminas y llegó un momento en el que dejó de cogerme el teléfono», concluyó el acusado.
La denunciante, por contra, testificó por videoconferencia para explicar desconsolada cómo vio traicionada la confianza que tenía depositada en su trabajador y amigo personal, en referencia a alguna cantidad 'distraída' de lo recaudado por sus clínicas e incluso después de que el acusado fingiera haber sufrido un accidente y le pillara, gracias a las pesquisas de un detective, tras la barra del bar que regentaba con su esposo en la localidad madrileña de Getafe.
De la noche de autos, la mujer ratificó que su entonces amigo y empleado mostró en todo momento un «comportamiento muy extraño» durante la cena porque no cesó de mirar el teléfono móvil y se ausentó en varias ocasiones para hablar con alguien, actuación que se considera una prueba de que en ese momento estaba facilitando a sus secuaces las instrucciones para que desvalijaran la vivienda de su amiga.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.