Valladolid

Comienzan en Pesquera de Duero en honor a la Virgen de Rubialejos

Después de haber pasado por el balcón del Ayuntamiento diferentes representantes de las bodegas que se asientan en el término municipal -una treintena inscritas en el Consejo Regulador de la Ribera del Duero-, en esta ocasión los pregoneros han sido Mariano y Tomasa, dos personajes de ficción que, en la Casa de la Ribera de Peñafiel -una casa museo con pases teatralizados-, representan, desde hace 25 años, a un matrimonio de viticultores y de cantineros de comienzos del siglo XX, originarios ambos de Pesquera de Duero. De hecho, para poner en marca la citada casa museo se recopiló mucha documentación de este municipio referente de la Ribera.

Como refleja el guion de la teatralización y los papeles que representan los actores que dan vida a Tomasa y Mariano -Magdalena Moreda y Félix Muñiz-, ambos son antiguos vecinos de Pesquera que, a principios del siglo XX, emigraron a la cabecera de comarca a ganarse la vida regentando en el citado negocio de venta de vino, situado en su vivienda, que no es otra que la Casa de la Ribera.

Un cuarto de siglo después de ponerse en marca la citada casa museo -inaugurada por estos mismos actores-, los personajes de Tomasa y Mariano han retornado a su pueblo de origen, donde han sido recibidos por una Plaza Mayor repleta de un público expectante por escucharles.

Estos pretéritos vecinos de ficción han retornado a su pueblo para dirigir unas palabras a los actuales convecinos, unas palabras con las que «hacer un homenaje a las gentes de Pesquera», como explican los actores, a la vez que «volver a las raíces, volver también con toda la gente que estuvo volcada con el museo en aquella época» en la que empezó a tomar forma el mismo. Un «reencuentro» muy emotivo «que nos hace mucha ilusión», destacan los actores

Emoción e ilusión también sentida por muchos de los asistentes al pregón, pues Mariano y Tomasa han mantenido, en el balcón consistorial, un dialogado en el que han citado muchos lugares comunes del pueblo, así como a vecinos de antaño que conocen todos. De la misma forma, y estando en Pesquera de Duero, han hilado un discurso en el que han establecido un paralelismo entre la evolución del amor que se profesan y cómo ha evolucionado la calidad del vino, el cual, como ambos han expresado y ensalzado durante el pregón -antes de cerrarle con un brindis compartido con toda la plaza-: «Yo, vino de Pesquera hasta que me muera».

Precisamente este no ha faltado una vez finalizado el pregón, ya que, en la misma Plaza Mayor, ha tenido lugar lo que ya es toda una tradición pesquerana, una suculenta tradición denominada `el pinchito´.

Se trata de una colaboración entre las peñas y las bodegas del pueblo en la que las primeras aportan la parte sólida del menú -el pincho-, mientras las segundas aportan la parte líquida, los grandes vinos que en ellas se elaboran. Todo un lujo, una ocasión única y excepcional para degustar un buen número de los famosos vinos pesqueranos, en torno a una veintena, así como una amplia y sugerente carta de pinchos elaborados por los peñistas.

Acto seguido tuvo lugar una actuación musical, a la que siguió, tras la cena, una macrodisco que comenzó a media noche.

Este sábado tendrá lugar una de las celebraciones más queridas por los pesqueranos y pesqueranas, una emotiva y vistosa procesión en la que se traslada a la imagen de la Virgen de Rubialejos desde su ermita a la iglesia parroquial. La subida a por la Virgen está prevista para las 18:00 horas.

Distintas actividades se irán sucediendo a lo largo del fin de semana, también el lunes, día grande, cuando, al mediodía, se celebrará la misa y la procesión en honor de la patrona.