El cierre de la hostelería deja una campaña incierta para los productores de espárragos

Industria, hostelería, turismo, servicios, ganadería y agricultura. No hay un solo sector en el país en el que la pandemia ocasionada por la expansión del coronavirus no haya perjudicado los ritmos de trabajo habituales. Pero si hay un producto al que ha afectado de lleno en la provincia ese es el espárrago, la joya de la huerta tudelana.

Con los meses de mayor producción (marzo, abril y mayo) en una atmósfera de parálisis social, comercial y hostelera, los principales agricultores del producto con marca distintiva en la localidad, Espárragos Velón, Belloso y Luis San José auguran un año «desastroso» para la comercialización de este delicado manjar.

Sus potenciales clientes, los restaurantes, han cerrado por el estado de alarma y pese a que la climatología y las previsiones eran buenas, la crisis ha cambiado esta halagüeña perspectiva. «Llevamos quince días de campaña pero el futuro no se presenta nada bien, la gente apenas sale a comprar y si lo hace compra lo básico. Las fruterías también notan el parón y todas las expectativas que teníamos para el año se han perdido. Más del 50% de la producción se puede ver afectada. Estamos tramitando vender en grandes superficies», señala Enrique Belloso, con catorce hectáreas de terreno y cerca de 20 trabajadores.

En esta línea Luis San José, con su huerta ecológica de más de 25 hectáreas y 40 empleados, abunda en el varapalo que supone la repentina paralización de las ventas. «Empezamos a sacar en febrero y normalmente repartíamos a más de 200 restaurantes de toda España, desde Ceuta a Galicia, pero ahora todo está parado, apenas vemos gente en la tienda, no hay mercados en las calles, el mercado central no vende y aunque es pronto para calcular pérdidas, las habrá. La gente compra lo básico y considera el espárrago un capricho», constata San José, quien aclara que ahora mismo la única salida es la venta 'on-line' y el reparto a domicilio -como hace su compañero de profesión Enrique Belloso-, aunque para ellos esta solución no deja de ser un parche.

Los cultivadores encadenan esta situación incierta con la floja campaña de 2019, sin saber si los esfuerzos que hacen para amortiguar el golpe tendrán resultado. Coinciden en que hay que ver qué sucede las próximas semanas, si no, «mucha producción irá a conserva. Hasta mayo no sacaremos la mayor parte, este año recolectaremos más tarde que en anteriores campañas, pero no por ello dejará de ser a nivel comercial muy duro», señalan desde Espárragos Velón, con cuatro hectáreas de cultivo y seis trabajadores.

Con la Feria del Espárrago en el aire, el tridente productor de espárragos con Marca de Garantía insiste en que el golpe fuerte es el descenso brusco de las ventas. El certamen es solo una pequeña parte de la campaña. Así las cosas, el alcalde de Tudela anima a consumir este «exquisito» producto como muestra de apoyo a los productores locales, y también a comprar en el pequeño comercio del pueblo y frecuentar la hostelería cuando todo esto termine. «Lo principal ahora es la salud y la seguridad, ya habrá tiempo de cancelar o no la feria», puntualiza Luis Javier Gómez.