Consolación San José, en el centro, celebra su centenario. El Norte

Zaratán

«Cien años dan para mucho, y eso es una gran ventaja, no le veo nada malo»

Consolación San José, natural de Simancas, celebra su centenario rodeada de su pilar más importante, su familia

Mario Azcona

Valladolid

Miércoles, 4 de septiembre 2024, 15:21

La Residencia Colisée Plaza Real Valladolid de Zaratán se engalanó el pasado lunes para una ocasión muy especial. Consolación San José, una de las residentes, cumplió ese día (2 de septiembre) 100 años. Una cifra redonda que se dice pronto y que Consolación celebró ... por todo lo alto con toda su familia -hermanos, hijos y nietos-.

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Desde el centro se le preparó una mesa especial con chuches, globos, champán y todo lo necesario para un cumpleaños de altura, pero sobre todo una gran tarta coronada con tres velas anunciando la centena de edad. Su familia, hermanos, nietos y bisnietos no se quisieron perder la celebración y se trasladaron hasta Zaratán para acompañarla.

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Una celebración que se podría decir que fue doble por varios motivos, primero porque uno de sus hermanos cumplió 88 años hace pocos días y segundo porque, el domingo, Consolación ya tuvo su prefiesta, cuando sus nietos la sorprendieron y la acompañaron durante la comida.

«Cien años dan para mucho, y eso es una gran ventaja, no le veo nada malo, más bien todo lo contrario». Consolación se muestra encantada con su centenario. Siente que ha podido vivir muchas cosas, muchos momentos únicos y sobre todo un sin fin de recuerdos y eso, desde luego, es una ventaja.

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Consolación San José. El Norte

Consolación, natural de Simancas, nació el 2 de septiembre de 1924 y allí creció y se crió hasta que en 1947, a los 23 años de edad, se casó con Mariano Gómez, un joven Guardia Civil, con el que comenzó a viajar por toda España en función de los destinos que tuviera que abordar su marido. Un peregrinaje por la península que pronto llegó a su fin, pues la añoranza por Valladolid, por su tierra, les llevó a solicitar como destino la capital del Pisuerga.

Para Consolación, uno de sus imprescindibles siempre fue la familia, su gente. Familia numerosa desde que nació, integrante de una familia de seis hermanos de los cuales viven dos, Tolli de 91 años y Manolo de 88. Junto a Mariano Gómez tuvo cinco hijos, por desgracia, actualmente solo viven dos, Eva y Juan Carlos, con los que celebró su centenario rodeada de globos y champán.

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Durante su vida se dedicó a ser ama de casa y a criar a sus hijos, pero sobre todo a disfrutar de sus nietos, algo que en la actualidad sigue haciendo día a día y que confiesa que es lo que más le gusta, todo el cariño que siente que le procesan.

Pero sin duda, su mayor ilusión y su mayor recuerdo es haber podido celebrar las bodas de oro junto al amor de su vida. Cincuenta años de matrimonio donde la felicidad y la familia han sido los pilares fundamentales.

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