Un centenar de vecinos arropan a la familia de Valentín López en Traspinedo

Traspinedo llora la muerte de uno de sus «vecinos más queridos». Las banderas del Ayuntamiento lucen a media asta y en la calle Mayor, ante la casa que mantenía la víctima en su localidad natal, multitud de vecinos, junto a los representantes de la Corporación municipal, se han reunido este domingo al mediodía en señal de duelo por Valentín López, el hombre de 72 años que murió acuchillado presuntamente a manos de su yerno el jueves por la tarde en su domicilio de Aranda de Duero.

«Estamos aquí para apoyar a la familia de Valentín ante este suceso tan trágico que no requiere de más palabras». Así ha dado paso Javier Fernández, alcalde de la localidad, al minuto de silencio encabezado por el propio regidor y los concejales y secundado por casi un centenar de vecinos. Junto a ellos, varios familiares, con lágrimas en la cara y abrumados por el apoyo de toda la localidad, han depositado un ramo de flores a la entrada de la vivienda situada en el número 17 de la calle Mayor. 

El Ayuntamiento quiso así transmitir su pésame a los familiares por el asesinato de Valentín en Aranda de Duero, por el que fue detenido 24 horas después de los hechos su yerno, que se encontraba en trámites de separación de su hija y que, al parecer, mantuvo una discusión con su mujer en la que trató de mediar la víctima.

Valentín López era un vecino «muy querido» en Taspinedo, aunque pronto dejó la localidad vallisoletano rumbo a Burgos para comenzar a trabajar. «Estaba muy unido al pueblo aunque no viviera aquí, durante las temporadas estivales era un habitual, sobre todo, en fiestas», recuerda uno de los vecinos que se ha acercado hoy a dar el pésame a la familia.

Un minuto de silencio lleno de emoción en el que solo se podían escuchar los pasos sobre el asfalto mojado y algunos llantos. Una vez finalizado, los corrillos se hicieron dueños de la calle y multitud de vecinos intercambiaron opiniones. «Claro que lo conocía, mi madre era muy amiga de su prima», comentaba una mujer. «Mis hijos le conocían, venían sobre todo en fiestas», lamentaba otro hombre. Otro grupo de tres hombres de su quinta recordaban la última vez que visitó el pueblo, mientras le explicaban a un cuarto que «sí, era de aquí, lo que pasa que se tuvo que marchar para poder ganarse la vida». Otro grupo de vecinos comentaba el crimen, que según parece, sucedió al mediar en una discusión de su hija con el ahora detenido: «Se estaban divorciando, pero aquí en el pueblo a él no le conocemos ni le ponemos cara». 

El crimen ha dejado consternada a la localidad de algo más de mil habitantes, donde algunos relataban no haberse enterado de la noticia hasta ayer mismo, cuando «lo leí en periódico y no me lo podía creer». La consternación y la pérdida de una «muy buena persona», es el resumen para la jornada vivida hoy. 

«Muy vinculado al pueblo», así lo recuerda su alcalde, Javier Fernández. Que si tuviera que describirlo no dudaría en destacar que era «una buena persona, amable y campechana, pero sobre todo muy querido en el pueblo, y aquí está la muestra, en este pequeño homenaje que es lo mínimo que podíamos hacer». El alcalde recuerda que era uno de los suyos, un traspindejo más que «nunca perdió la vinculación con el pueblo, sobre todo durante las fiestas patronales».

Los hechos no solo sobrecogieron a su pueblo natal, Traspinedo, sino que también alcanzaron de lleno a Aranda de Duero, lugar donde se registró el crimen y localidad que acogió a Valentín hace años por motivos laborables y en la que el sábado se guardó un minuto de silencio frente al Ayuntamiento. En este municipo burgalés se realizará el velatorio, que si bien estaba previsto para hoy, los trámites judiciales han hecho que se demore, de momento, unas horas más. «La familia está pendiente, están esperando, pero se hará todo en Aranda», recalca el regidor de Traspinedo en alusión a las exequias.

En Aranda, en el hospital de la localidad, se encuentra también el yerno del fallecido, que fue detenido en la provincia de Segovia, a unos treinta kilómetros del escenario del crimen, en la pasada tarde del viernes. Una detención en la que el sospechoso opuso resistencia llegando a embestir a las patrullas de la Benemérita que le acorralaron hasta que finalmente pudo ser reducido con la ayuda de una 'táser'. El arrestado está pendiente de pasar a disposición judicial.

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