En Pedrosa del Rey la tradición y el respeto por los difuntos se manifiestan en una celebración que, año tras año, conmueve vecinos y visitantes. Cada 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, el cementerio se convierte en un espacio de espiritualidad y belleza ... donde la luz y la devoción se unen para rendir homenaje a los que ya no están.
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Hace siete años, el ayuntamiento de Pedrosa del Rey rescató una antigua costumbre que había caído en desuso: iluminar el cementerio como símbolo de vida eterna. Esta tradición, que antaño se realizaba con candelabros, ha sido adaptada a los nuevos tiempos mediante el uso de 1.000 bombillas led distribuidas estratégicamente por cada calle y por las tumbas del camposanto, dando al lugar un aire solemne y majestuoso.
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Miguel García Marbán
La víspera del Día de Todos los Santos, el cementerio cobra vida gracias a muchos voluntarios que se encargan de colocar las bombillas. Para ellos, este momento de preparación es ya tan especial como la celebración en sí misma. Se trata de un ritual que simboliza respeto y el compromiso de conservar la memoria y tradición local. Al amanecer del 1 de noviembre, el cementerio permanece completamente iluminado, y la luz de las bombillas led se extiende hasta el atardecer.
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