La provincia está plagada de árboles monumentales, que están llenos de historias El Norte

Así son los árboles más curiosos y extraordinarios de los pueblos de Valladolid

Han sido testigos mudos de la historia y son verdaderas bellezas que forman parte del patrimonio natural de la provincia

Laura Negro

Valladolid

Miércoles, 6 de diciembre 2023, 13:44

La provincia de Valladolid puede presumir de una riqueza natural asombrosa. Entre sus paisajes se esconden tesoros verdes y vivos. Árboles singulares que han resistido el paso del tiempo y se han convertido en testigos silenciosos de la historia y la evolución de nuestros ... pueblos. Algunos de estos excepcionales ejemplares que se encuentran esparcidos por los campos y pinares vallisoletanos y, muchos de ellos también, junto a las ermitas, iglesias y cementerios, ya que se les atribuía un carácter sagrado.

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En algunos casos están categorizados como notables con protección específica, y recogidos en el Catálogo Regional de Árboles Notables de Castilla y León, creado por la Consejería de Medioambiente en 2003. Y todos destacan por su longevidad, por sus dimensiones, por su caprichosa belleza, excelencia de porte, significación histórica e incluso por valor sentimental entre las gentes de un municipio. He aquí algunos de los más importantes. No están todos los que son pero sí son todos los que están.

El moral centenario de Santas Martas, en San Cebrián de Mazote

Moral de Santas Martas, junto a la ermita. Sus ramas son muy bajas y extendidas. Miguel Gil

En la explanada de la ermita de Santas Martas, en San Cebrián de Mazote, se encuentra un precioso, antiquísimo y enorme moral posiblemente tricentenario. Tiene un imponente tronco y ramas muy bajas y extendidas, que da sombra en los actos litúrgicos que allí se celebran a su sombra, como la fiesta de San Isidro. Nunca se ha podado.

Moral y castaño de indias de la ermita de Torrelobatón

Castaño de indias frente a la ermita del Cristo de las Angustias en Torrelobatón Laura NEgro

Desde muy antiguo, los árboles han inspirado un gran respeto religioso y han simbolizado la eternidad. Son muchas las ermitas que tienen a su vera ejemplares arbóreos muy especiales. En concreto, en Torrelobatón, encontramos dos, un castaño de indias, que fue plantado a finales del siglo XIX por el señor Felicio Bueno y que durante más un siglo ha sido testigo de tradiciones tan arraigadas como la hoguera al Cristo de las Angustias. Y a pocos metros, en lo que antaño era la huerta del ermitaño, encontramos un moral de unos 200 años de edad de gran envergadura y caprichosa apariencia. Hace unos años, se partió en dos. La mitad que queda en pie, sigue dando deliciosos frutos y la buena noticia es que está generando un nuevo tronco.

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La Atalaya de Robladillo

El Roble de la Atalaya de Robladillo ronda los 300 años de edad Jacinto García

Este municipio enclavado en un repliegue del páramo de los Torozos, antaño estuvo salpicado de numerosos robles. De ahí su nombre, que deriva de Robledillo. Tras la roturación de los terrenos, estos se perdieron y actualmente sólo queda este impresionante ejemplar, que es conocido como La Atalaya. Tiene gran tamaño y se encuentra en la ladera del páramo. Puede tener más de 300 años de edad, una altura que ronda los 15 metros y un contorno que necesita de 4 personas para ser abarcado. En octubre de 2017 los vecinos quisieron perpetuar este gran árbol y para ello, recogieron sus bellotas y las replantaron en el entorno.

El Roblón de Santiago, en San Martín de Valvení

Roblón de Santiago en el término de San Martín de Valvení El Norte

En medio de un precioso paraje, el Valle de Santiago, encontramos un árbol con un porte muy especial. Su nombre puede dar lugar a engaño. No se trata de un roble, sino de un quejigo de enormes dimensiones que puede tener más de 300 años y 20 metros de altura. Está en una zona resguardada y húmeda, lo que ha favorecido su crecimiento y longevidad.

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La Atalaya de Traspinedo

La Atalaya de Traspinedo se ubica en un mirador de impresionantes vistas María Jesús Flores

La Atalaya es un roble o quejigo de talle muy esbelto y con una enorme oquedad. Se ubica en el monte del Robledal en un mirador natural de vistas sorprendentes. Desde allí se divisan la Sierra de Guadarrama de la provincia de Segovia, el valle del Duero y el de Valcorba. Este gran árbol preside una zona recreativa. «En las noches de verano, se han realizado bajo sus ramas catas a la luz de la luna llena, observación de estrellas y en Semana Santa se ha recuperado la tradición del Pino Chaparrón, que reúne a los vecinos para cantar y almorzar con productos típicos locales», explica Chus Flores, responsable de la oficina de turismo de Traspinedo.

Pino de Ordoño en Aguasal

El Pino Ordoño presume de impresionantes dimensiones y un bonito porte Carlos Arranz

En el pinar del término municipal de Aguasal, junto al caserío de Ordoño, nos topamos con el Pino Ordoño, llamativo por su tronco ligeramente inclinado y con dos grandes brazos que dan lugar a una extensa copa. Se trata de una especie singular por su tamaño (22 metros de altura y 28,5 metros en la copa aproximadamente), su edad, unos 250 años y su bellísimo porte. Su estado es excelente.

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Pino Gordo de Llanillos en La Parrilla

La Parrilla, tierra de pinares por excelencia, guarda también tesoros verdes vivos de la naturaleza. El Pino Gordo es un Espécimen vegetal de Singular Relevancia y presenta una gran rama desgajada de la copa y varias heridas en la corteza. Tiene unos 25 años y 20,5 metros de altura.

Pinos Pinilla y Carranza o de Tía Hilaria en Portillo

Pino Pinilla y Pino Carranza o de la Tia Hilaria, ambos en Portillo Santiago Cuéllar/Diego Sanz

En el término de Portillo encontramos dos excelentes ejemplares de pino piñonero. El primero de ellos es conocido Pino Pinilla. Se encuentra en el monte conocido como El Bosque, sobre un riscal de piedra. Destaca sobre el resto de pinos porque les dobla en altura. Tiene una copa perfecta, regular, simétrica y elegante. «Se caracteriza por su fuste limpio de unos 11 metros de altura. Sobrepasa los 270 años y produce frutos. Su altura total sobrepasa los 18 metros y el diámetro de su copa los 23 metros. Está muy castigado. Su sabia se está secando y los pájaros le están picoteando mucho. Le veo algo enfermo», comenta Santiago, que lleva toda su vida trabajando en el pinar.

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El Pino Carranza o de la Tía Hilaria. Se encuentra en el corazón de uno de los pinares del Comeso, en un arenal de difícil acceso. No tiene árboles alrededor. «Está precioso y goza de buena salud. No es demasiado alto, pero llama la atención el diámetro de su tronco», apunta el resinero local Santiago Cuéllar.

Encina de San Bernardo y sabinas de Valbuena de Duero

En la zona ajardinada del monasterio de Santa María de Valbuena en San Bernardo, encontramos este grandioso ejemplar de encina de 20 metros de altura y 5 de perímetro de base. Está catalogado como de Singular Relevancia. Tiene gran porte y el diámetro medio de la copa es de 22 metros. Es una joya de la botánica que siglos después sigue produciendo bellotas. Es icono de este monasterio.

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En el cauce del río, en el pago del Indio, hay un maravilloso ejemplar de sabina, que sobrepasa los 1.000 años de edad, según el agente medioambiental Antonio Matesanz. Está en la senda del Duero. Es espectacular con una copa redonda, preciosa. Está muy sano. Es un ejemplar macho que no da fruto. Tiene unos 4 metros de fuste limpio de ramas. «Era costumbre del pueblo el 15 de agosto quemar hojas de sabina para purificar. Estas hojas tienen taninos y una resina especial que según cuentan, antaño sirvieron para curar la peste», añade este experto.

Valbuena cuenta con otro ejemplar digno de mención, se trata de una imponente sabina Albar de 14 metros de altura, 13 metros de diámetro medio en la copa y 3,2 metros de perímetro de base. Se encuentra en medio de un viñedo en espaldera, a pocos metros del Duero y permanece verde durante las cuatro estaciones del año.

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Pino Gordo, encina La Atalaya, encina de La Abadía de Retuerta y secuoyas del jardín del carretero en Sardón de Duero

El Pino Gordo de Sardón aparece incluso en el escudo del pueblo. Las secuoyas tienen 42 metros de altura , El Norte/A. Ojosnegros

Sardón de Duero cuenta con varios tesoros vegetales dignos de admirar. El primero de ellos es un pino piñonero conocido como Pino Gordo que ronda los 180 años. Está junto a la carretera nacional en la entrada al pueblo. «Necesita de forma urgente una poda de descarga. El peso del pavimento y de los vehículos está aplastando las raíces y se está inclinando peligrosamente. Este árbol fue indultado. Hace años lo quisieron cortar para hacer la carretera y los vecinos se opusieron. Finalmente se hizo una curva para salvarle. Es un árbol especial que además, aparece en el escudo de Sardón de Duero», explica Antonio Matesanz, agente forestal y medioambiental de la zona.

La encina de La Atalaya es la decana del pueblo tendrá unos 700 años y la copa no es muy alta. Está muy envejecida, está en un terreno particular en el Valle del Goyón. Sigue dando frutos. Tiene una oquedad donde se instalan colmenas de abejas.

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Las secuoyas gemelas de Sardón son majestuosas. Se encuentran en el Jardín del Carretero, un espacio único. Se cree que fueron plantadas en 1889, tras la Exposición Universal de París, donde llegaron plantones y semillas de distintas especies exóticas. Al parecer, dos plantones que fueron adquiridos por un carretero, acabaron germinando en este espacio entre el canal y el río Duero. Se trata de un lugar muy fresco, con buena tierra y mucha agua que propiciaron su crecimiento. «Con 42 metros, son los árboles de mayor altura en todo el cauce del Duero, desde su nacimiento hasta su desembocadura en Oporto», informa Matesanz.

Pino de Camporredondo

Este longevo pino tiene unos 330 años de edad Santiago Cuéllar

Éste es un pino longevo y precioso. Es curioso que a su alrededor han nacido varios pinos, de unos 28-30 años, como si fueran hijos del primero. «Tiene uno 330 años de edad. Lo sabemos por las entalladuras que hacemos cada año para extraer la resina. Hacemos 5 entalladuras en cada cara (quinquenio), por lo cual, completar el árbol nos lleva unos 25 años. Hace años quisieron destinarle para madera, pero es tan bonito, que para que no le talasen, le resinamos y así ha sobrevivido», cuenta el resinero Santiago Cuéllar, quien ha trabajado durante décadas en esos pinares. Mide 15 metros de alto y 4,10 de diámetro de tronco. «Es tan alto y la copa tiene tal envergadura, que me puedo tierra una mañana entera hasta recoger todas las piñas que da», explica Javier Frías, quien lleva toda su vida dedicado al monte.

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Enebro de Pingaperros en Rábano

En un monte de encinas y enebros, se encuentra esta sabina milenaria. A un metro de altura, su tronco se divide en dos enormes ramas que se retuercen hacia lados opuestos. Es un árbol de poco porte y muy tortuoso, que está muy castigado por el sol y por el frío, pero que ha sobrevivido al paso del tiempo y a algún que otro incendio.

Pino Gordo de Santiago del Arroyo

Este pino fue indultado y se encuentra en la mediana de la autovía Ramón Gómez

Este árbol logró mover una autovía. Tenía los días contados cuando en enero del año 2000 se salvó de la tala gracias a que los vecinos de Santiago y San Miguel del Arroyo se movilizaron para impedirlo. No era la primera vez. En la década de los ochenta, durante el ensanche de la CL-601 también estuvieron a punto de hacerlo desaparecer. Gracias a la resistencia vecinal, la Junta de Castilla y León −con una Declaración de Impacto Medioambiental− decidió que tan majestuoso ejemplar quedase enclavado en la mediana de la autovía de Pinares, manteniendo el carácter emblemático que desde hace muchos años poseía. Mide 15 metros y tiene una copa de 20 y una antigüedad aproximada de 210 años.

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Encina La Planta, Las Tres Matas y Olivo Tricentenario de Villacreces en Quintanilla de Onésimo

En Quintanilla de Onésimo está uno de los árboles más longevos de la provincia, la Encina de La Planta, que cuenta con unos 700 años de historia en sus raíces. Llaman la atención sus curiosas ramificaciones que están apuntaladas para poder soportar su peso. Se encuentra en la finca de Arzuaga Navarro. Tiene unos 14 metros de altura y algo más de 6 metros de perímetro en el tronco. Son dignas de mención las excelentes y cuantiosas bellotas que proporciona.

En este municipio también encontramos la Encina de las Tres Matas. Se trata del ejemplar de mayor envergadura de un emblemático trío de encinas (una de ellas ya desaparecida por un rayo). Se ubica en un encinar. Presenta una curiosa oquedad natural que da cobijo a multitud de artrópodos, aves y mamíferos. Tiene 13 metros de altura y 19 metros de diámetro medio en su copa. Tendrán entre 600 y 700 años

En el patio de la finca de Villacreces guarda también un tesoro vegetal. Se trata de un olivo que procede de antiguas plantaciones aceituneras. Tiene 5 metros de altura y un diámetro medio de la copa de 5, 3 metros.

Moral de San Felices en Santovenia de Pisuerga

Este moral está catalogado y una de sus ramas se ha desgajado El Norte

Este espécimen vegetal de Singular Relevancia se localiza próximo a la ribera del Pisuerga y junto al camino de la Vereda. Su porte es llamativo, ya que su grueso tronco está lleno de tumoraciones y exudados. Al igual que ocurre con el de Torrelobatón, una de sus ramas principales se resquebrajó. Puede superar los 500 años de edad. Tiene 9,5 metros de altura y 14,3 metros de diámetro en su copa

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Olma de San Andrés y Pino Señorito de Olmedo

Pino señorito en 2005 y 20015. Olma de San Andrés en 2013 y en la actualidad, donde sólo queda el tronco como recuerdo de lo que fue Carlos Arranz/FranJiménez y José A. Blanco

En el centro del pueblo, en la plaza de San Andrés, encontramos los últimos vestigios de la Olma de San Andrés, que era hembra. En 2013 contrajo grafiosis, una enfermedad que la secó por completo. Tenía unos 18 metros de altura».

Otro que corrió mala suerte, es el Pino Señorito de la Dehesa de Valviadero, situado entre Pedrajas de San Esteban y Alcazarén, aunque en término municipal de Olmedo, en un caserío deshabitado. En el verano de 2013, habiendo perdido más de la mitad del ramaje de su copa, se hallaba seco por completo. Finalmente, un incendio provocado por un rayo el 25 de mayo de 2018, lo dejó reducido a la mitad de su esbelto tronco.

Pinos de La Virgen y del Sendero de Angulo en Pedrajas de San Esteban

Pino del Sendero de Angulo y pino de La Virgen con detalle del Monumento al Piñonero Carlos Arranz

El Pino de la Virgen está situado en término de Olmedo, junto a la ermita de Sacedón, muy vinculada a Pedrajas. Tiene unos 22 metros de alto y luce un monumento al piñero en lo alto del tronco, obra del artista Juan José Calvo Merino. «Es muy longevo y se ha vuelto muy cañoso, casi está hueco por dentro. La copa tiene demasiado peso y las inclemencias del tiempo han hecho mella en él. El año pasado perdió una de sus principales ramas y eso le ha hecho perder parte de su porte aparasolado», comenta Carlos Arranz, maestro jubilado y escritor.

Este pedrajero destaca otro gran ejemplar de pino situado a 2 kilómetros de la ermita. «No está catalogado, ni siquiera tiene nombre, pero es tan destacado y tan esbelto que está llamado a ser un pino singular. Yo le llamo el pino del Sendero de Angulo», añade.

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El Nogal del Tío Gordo y el Almendro del Calvario en Piñel de Abajo

En medio de un campo de cereal encontramos otro imponente árbol. Se trata de un nogal, el del Tío Gordo, que era el apodo por el que se conocía a Fulgencio Perote, propietario de esta tierra situada en el paraje del Buey. Destaca por su belleza equilibrada y simétrica. Supera los 200 años y sigue dando frutos. «Sus nueces son de tamaño pequeño pero son riquísimas. Hay vecinos que recuerdan que había años que se recogían hasta 20 sacos de 50 kilos y se vendían en la tienda del pueblo. Hace 10 años se le ha hecho una poda de recuperación, pero está empezando a secarse y es una pena», explica Eduardo Perote, hijo del actual propietario de la tierra.

Además, en Piñel hay otro árbol singular. El Almendro del Calvario. Hasta hace unos años eran dos árboles hermanos, pero uno de ellos se secó. Está situado en la Cuesta de los Piojos. «Está junto a unas cochineras. Es probable que el purín de los cochinos haya contribuido a su gran desarrollo. Tiene un tronco muy potente. Posiblemente supere los 300 años», informa Perote

Pino de la Virgen en Herrera de Duero

Pino de la Virgen en Herrera de Duero, donde muchos acuden a orar Jacinto García

En esta localidad encontramos un árbol al que acuden los devotos de la virgen. Se sitúa en la entrada del pueblo, junto a la carretera y desde hace unos años, tiene en su tronco la imagen de una virgen a la que muchos acuden a rezar, a llevar flores y a dedicar poemas.

Roble de Valdelaguna en Pesquera de Duero

Es una maravilla arbórea de unos 800 años. No es muy grande. Se le desmochó en tiempos pasados para dar de comer al ganado, por eso tiene poca copa. Tiene un gran tronco de 1.40 de diámetro.

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Encina de Villabañez

Encina de Villabáñez, desde la cual se divisa todo el valle Jacinto García

Al pie de esta vieja y gran encina se encuentra un mirador con una amplia panorámica del Valle de Esgueva y de frente, el municipio de Villabáñez. Se trata de un lugar especial para muchos por su belleza y tal vez por ello, allí se encuentran dos lápidas en recuerdo a algunas personas que ya no están.

Pino Simancas, en Simancas

En la linde de un campo de cultivo aparece este imponente pino piñonero de copa muy ancha y de más de 200 años de antigüedad. Aparece mencionado en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia como árbol singular. Su singularidad la da su tamaño, con 20 metros de altura y 28 metros de diámetro de copa, su edad, y su llamativo porte, con su copa aparasolada inclinada.

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