Alejandro Fernández nombra heredera a su hija pequeña y deja la legítima a sus nietas

Sin embargo, las cosas no parecen tan sencillas puesto que está pendiente el reparto de bienes gananciales con su ex cónyuge, Emilia Rivera, y los pleitos judiciales por las marcas en los tribunales de Madrid.

Eva Fernández Rivera, que era enóloga del Grupo Pesquera antes de ser despedida, confirmó el contenido en esencia del testamento, algo que también adelantaron hace unos días desde la sociedad Familia Fernández Rivera creada por Emilia y sus tres hijas mayores, así como por su abogado, Félix Pérez Álvarez. De esta manera, dos tercios de la herencia van a parar a Eva, mientras que el tercio restante, que es la legítima estricta o forzosa, salta una generación para que no hereden Lucía, Olga y Mari Cruz y llega a manos de sus hijas y nietas de Alejandro. El letrado también recordó que «sigue pendiente la disolución de la sociedad de gananciales y el reparto de las marcas», y que, «cuando esto ocurra, será equitativo».

Al margen de otras propiedades y acciones en empresas, la gran obra de Alejandro Fernández fue el Grupo Pesquera, que está integrado por la bodega fundacional que da nombre a la sociedad, Condado de Haza, Dehesa La Granja, El Vínculo y el Hotel AF Pesquera. La niña bonita siempre ha sido Tinto Pesquera porque es la bodega con la que empezó Alejandro y la que quería que quedara en manos de su hija pequeña. Alejandro siempre explicaba que tenía cuatro bodegas porque tenía cuatro hijas y que cada una de ellas se quedaría con una. Pero repartió en vida las acciones y quedó en minoría en el consejo de administración con el 49,70% más el 0,15% de Eva (49,85%), frente al 50,15% que suma su exmujer (con el 49,70% también) y sus otras tres hijas (el 0,15% cada una de ellas). Consejo de administración del que fue apartado en 2018.